– ¿Qué quiere hacer diferente?

– Quiero instituir la unidad y recuperar la confianza para tener una comunidad pacífica. Para eso tenemos que involucrarnos todos. Necesitamos, por ejemplo, trabajar con instituciones de salud mental para tratar a las personas que entran y salen de la cárcel pero que realmente necesitan esos servicios y no la prisión. Tenemos que hacer algo con esa gran cantidad de niños que abandonan la escuela y que terminan tras las rejas. Nuestro foco debe ser la prevención y no la ampliación de las prisiones.

– ¿Cuál será su prioridad?

– La seguridad pública, porque es una gran preocupación. El 20 de julio del 2015 recibí una llamada que me comunica el asesinato de mi cuñado, un hombre de 66 años, respetado en su comunidad, que murió a manos de un hombre armado. He trabajado en seguridad por más de tres décadas y las personas piensan que estoy a salvo de la delincuencia, que la inseguridad no me toca, pero eso no es cierto. Como oficial y como ser humano te digo que debemos hacer de la seguridad pública nuestra prioridad.

– Además del miedo a la delincuencia, un sector de nuestra sociedad teme al abuso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad. ¿Piensa que sí existe ese problema?

– Con todo mi corazón te digo que el miedo es nuestro mayor obstáculo: una parte de nuestra comunidad teme a los oficiales y algunos oficiales temen enfrentar los retos de los tiempos que vivimos. Como Sheriff, mi meta es ofrecer entrenamiento a oficiales para manejar situaciones de tensión, entrenamientos para reducir el nivel de tensión en situaciones de conflicto y reaccionar apropiadamente.

Como cuerpo de seguridad, debemos combatir prejuicios, tenemos que cambiar algunas cosas que no estamos haciendo de forma correcta y aprender a escuchar los miedos de nuestra comunidad, porque sólo así podemos conseguir una solución. Vivimos en un gran condado, pero tenemos que trabajar juntos para eliminar el miedo, los prejuicios y parcialidades que nos están dividiendo.

– Una de las razones que enfurecen a la comunidad es sentir que algunos oficiales que abusan de la fuerza o cometen un error reciben castigos muy suaves. ¿Cree que debemos ser más severos?

– Creo que un oficial que comete acciones indebidas debe recibir todo el peso de la ley al igual que cualquier ciudadano, pero luego de que se realice una investigación completa. No debemos simplemente aplicar un castigo duro porque así lo creemos, ese no es el debido proceso que nos garantiza la ley a todos los que vivimos en este país.

– ¿Le da miedo pensar que hechos como los sucedidos en Dallas y Louisiana ocurran en Travis?

– No tengo miedo, pero creo que podemos crear alianzas con todos los sectores para prevenir hechos violentos. Lamentablemente, hay personas que quieren la destrucción y los motiva la violencia, pero si trabajamos de la mano con la comunidad, ellos nos alertarán cuando algo esté por suceder y no se unirán a esas acciones si confían en sus cuerpos de seguridad. No me cansaré de repetirlo: si todos trabajamos juntos, Travis será un condado más seguro.