“Hay muchas dificultades y estamos concientes de ellas”, reconoce Lupe Valdez (70), primera mujer abiertamente lesbiana que logró la candidatura del Partido Demócrata en las elecciones por el Gobierno de Texas. Valdez sabe que esta carrera electoral no es fácil, pero está dispuesta a dar batalla porque, para ella, es momento de un cambio. Han pasado más de 30 años desde que un candidato Demócrata ganó este importante cargo. Valdez asegura que la abstención de la gran mayoría de votantes es el mayor reto para que la Historia muestre a Texas como un Estado progresista. “Una de las cosas que tenemos que hacer es contar mi historia y llevar mi mensaje a todo el Estado. Estamos seguros que una vez que la gente nos conozca, las cosas pueden cambiar”, dice.

Valdez es la principal rival político-electoral de Greg Abbott y confía en hacer historia el próximo 6 de noviembre. A cinco meses de las elecciones, Lupe Valdez conversa con EL MUNDO Newspaper sobre sus pocisiones, metas y el principal reto que enfrenta: la percepción de los votantes.

– Compite con el actual Gobernador, que tiene donaciones millonarias para su campaña y buen porcentaje de aprobación. ¿Consideras ésta una tarea difícil?

– Hay muchas dificultades, pero nada es imposible. Una de las cosas que tenemos que hacer es exponerme más, mi nombre y mi mensaje, que llegue a todo el Estado. Estamos recoriendo Texas porque sabemos que cuando las comunidades conozcan mi historia, las cosas van a cambiar.

– Has dicho ser la candidata que mejor representa a los texanos. ¿Por qué?

– Ahora mismo el Gobernador sólo se relaciona con sus donantes y sus asociados, y la mayoría de Texas no está en la categoría de empresarios y millonarios. La gente se puede identificar conmigo, con alguien con quien te puedes tomar un café o una cerveza, soy una persona trabajadora que ha luchado desde joven. Una vez que nuestra historia se conozca, tenemos confianza que conseguiremos más apoyo.

– Texas es considerado un Estado Republicano. ¿Cómo piensas ganar siendo Demócrata?

– Texas no es un Estado Republicano, no es un ‘Estado rojo’, es un Estado de no-votantes, un Estado-de-abstención. Tenemos un porcentaje bajo de personas que salen a votar y la mayoría son Republicanos. Si juntamos a todos los latinos y a las minorías, y los motivamos a votar, Texas no sería Republicana. Nuestro reto y nuestro trabajo es asegurarnos de que nos escuchen y sepan que deben salir a votar para hacer la diferencia.

– Aproximadamente 44% de los votantes son hispanos. ¿Por qué crees que no votan?

– Una de las cosas que hemos entendido es que muchos no votan porque no tienen un candidato que deseen apoyar. Ahora que tienen la representación de una latina, las cosas pueden cambiar. Lo más interesante es que la mayoría de los hispanos comparten intereses con el resto de la comunidad en cuanto a su preocupación por la educación pública, salud y la economía, por eso nuestro mensaje no sólo va para ellos, sino para todos los texanos. Estamos trabajando con grupos y coaliciones hispanas para llevarles nuestro mensaje.