Virilidad interrumpida por el cáncer


6/2/2016, midnight
Virilidad interrumpida por el cáncer

El cáncer de próstata se origina por distintos factores, siendo los principales la edad, los antecedentes familiares y los hábitos. El más importante es la edad, a más edad más riesgo. La probabilidad de tener cáncer de próstata es alta si se tiene un familiar en primer grado de consanguinidad que padece o ha padecido la enfermedad, y mucho más alta si son dos los parientes que la han padecido. La etnia también influye, se sabe que las personas afrodescendientes tienen mayor riesgo. Asimismo, hay factores modificables, como la dieta y el estilo de vida. Una dieta rica en grasas saturadas (comida chatarra) y poca actividad física, incrementará el riesgo.

Al inicio esta enfermedad es asintomática. Luego, los síntomas son: detención del chorro urinario, imposibilidad para orinar, dolor lumbar, hinchazón en piernas. El cáncer de próstata es de crecimiento lento, de 20 a 30 años de desarrollo. Primero compromete la próstata, luego sale de la próstata a la pelvis, se disemina a los huesos y ocasionalmente a algún ganglio retroperitoneal o alguna lesión visceral.

Cuando se le diagnostica en fase inicial, la persona tiene la posibilidad de curarse con una cirugía, pero esta trae algunas secuelas como incontinencia urinaria y disfunción eréctil. Este tema se habla con los pacientes, de acuerdo con su expectativa de vida. Hay muchas opciones de cirugía, pero todas tienen en mayor o menor medida ese riesgo. No es una decisión unilateral sino entre tres especialistas, previo consentimiento del paciente.

La prevención debe iniciarse a partir de los 50 años, a través de la detección temprana, centrada en dos pruebas que siguen siendo las más confiables: PSA anual (prueba de sangre) y digito rectal (tacto rectal) también una vez al año. Los pacientes que por herencia tienen alto riesgo, deben iniciar la prevención a los 40 años. AGENCIAS