La sífilis se está extendiendo en Texas –y a nivel nacional– causando serias complicaciones médicas, especialmente entre los bebés recién nacidos que contrajeron la enfermedad durante su gestación.

Aunque por lo general se considera una enfermedad ‘del pasado’, la incidencia de la sífilis ha ido aumentando durante la última década en este país. Entre 2018 y 2022, los casos de sífilis aumentaron casi un 80% en el país, y los casos de sífilis congénita –los bebés que nacen con sífilis– casi se triplicaron al aumentar un 183%, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Texas registró 15.5 casos de sífilis por cada 100,000 habitantes en 2022, apenas por debaje del promedio nacional de 17.7. En cuanto a la sífilis congénita, Texas ocupó el cuarto lugar entre los Estados de la Unión que aportaron datos, con casi 247 casos por cada 100,000 nacimientos vivos; es decir, más del doble del promedio nacional. Una década antes, Texas registró 6.6 casos de sífilis por cada 100,000 habitantes y 19.4 casos de sífilis congénita por nacimientos vivos, según las estadísticas de los CDC. El incremento es sorprendente.

El crecimiento del contagio de la sífilis se debe a una combinación de factores, como el que haya más barreras para acceder a la atención médica, lo que afecta desproporcionadamente a las poblaciones hispana y afroamericana.

La sífilis es difícil de detectar. Los primeros síntomas son, entre otros, llagas o sarpullidos indoloros que luego desaparecen aunque la persona no haya recibido tratamiento médico. Cuando una mujer embarazada tiene la enfermedad, sus bebés pueden padecer cataratas, sordera o convulsiones, o incluso morir. Para las personas enfermas de sífilis que no sean mujeres embarazadas, se ha recomendado otro antibiótico, la doxiciclina.

Los profesionales de la salud pública consideran que la sífilis aparece con frecuencia al mismo tiempo con el VIH y la hepatitis; convirtiendo a la persona que lo padece en un factor de alto riesgo social. Las personas enfermas de sífilis también pueden tener problemas de salud mental o trastornos de abuso de sustancias, lo cual complica su tratamiento.

La sífilis se puede curar con una inyección del antibiótico penicilina; pero si no es tratada, la infección puede extenderse hasta el cerebro, sistema nervioso, ojos y oídos. Desde el punto de vista de salud pública –tanto local, estatal o federal– las autoridades y la población tienen que hacer frente a este problema de forma conjunta.

EL DATO

La sífilis congénita trae severas complicaciones para los embriones que contrajeron la enfermedad durante la gestación.