Ante la complejidad del sistema migratorio nacional, es recomendable solicitar primero una visa de trabajo de no inmigrante para ir conociendo el ambiente laboral en este país y luego aplicar a un cambio de visa –o estatus– que pueda permitir obtener una residencia permanente. Esta es una de las recomendaciones que hace la abogada experta en migración Tahmina Watson, quien acaba de traducir al español su más reciente libro ‘The Startup Visa. Guía de Visados de Inmigración de EE. UU. para Empresas Emergentes y sus Fundadores’, disponible por ahora en formato electrónico.

Aunque el libro se concentra en el ámbito de los negocios, dedicado a quienes tengan como objetivo principal prosperar en este país, esta guía es una referencia para entender mejor el entramado migratorio alrededor de las visas de trabajo que emite el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).

En entrevista con El Mundo Newspaper, la fundadora y directora de Watson Immigration Law señala que obtener una residencia permanente puede ser un proceso muy complicado, sobre todo para quienes han nacido en México, China, India o Filipinas, países que concentran la mayor cantidad de solicitudes.

“Recomiendo, primero, obtener una visa de no inmigrante. Es un poco más rápido que una visa de inmigrante. Y frecuentemente puedes no saber cuál es la visa indicada. Hay visas que te permiten estar aquí, y luego hacer un cambio de estatus a otra visa dependiendo de cómo es tu negocio y cuáles son tus necesidades. Luego puedes aplicar por una green card”, relata Watson.

La abogada afirma que el sistema migratorio estadounidense necesita ser reformado completamente para enfocarse en los negocios, pues el actual fue creado en la década de los cincuentas orientado a la unificación familiar, con algunos cambios aprobados en los noventas y a inicios de los 2000, sin adaptarse adecuadamente a los cambios y a las necesidades actuales. Una reforma podría solucionar la escasez de trabajadores en industrias especializadas como la de servicios –desde cuidado y atención médica hasta hotelería– y el ámbito rural.

“Si encontráramos una categoría de visa que permita a la gente trabajar se beneficiarían los negocios locales que batallan por encontrar personal. Por eso creo que los negocios deben ser el enfoque de una reforma migratoria. Hasta que eso suceda, mi objetivo es ayudar a la gente a entender las categorías de visa que existen, de tal manera que puedan hacer sus sueños realidad mientras innovan y ayudan a crecer a la economía de este país”, asegura la abogada y autora.

Watson, reconocida por publicaciones como Business Insider como una de las mejores abogadas de inmigración para emprendedores, reconoció el esfuerzo del actual Gobierno Federal por explicar en la página www.uscis.gov las visas que tienen disponibles y por tratar de orientar al público, aunque para ella esto es insuficiente. Por lo anterior, Watson explica en su guía las diferentes visas a las que pueden optar los emprendedores y sus requisitos, con un lenguaje sencillo y la recomendación de buscar ayuda legal especializada.

EL DATO

Una de las recomendaciones que Tahmina Watson hace en su libro es enfocarse en desarrollar y prosperar un negocio propio. Entre más éxito tenga el emprendimiento, más posibilidades hay de conseguir una residencia permanente.