Una de las consecuencias sociales y económicas más tangibles provocadas por la pandemia en este país es la falta de personal. Es común ver carteles en restaurantes solicitando empleados, o ver que hay problemas en la cadena de distribución por la falta de camioneros.

Ante la inminente llegada del verano un nuevo problema es evidente: la falta de salvavidas en casi todo el país. Por ese motivo, algunas ciudades han decidido no abrir sus albercas públicas –o limitarán sus horas de operación– y han elevado el nivel de alerta en las playas por no tener suficientes salvavidas controlando estas zonas de acceso público y masivo.

Además de tener menos control en las albercas públicas y en las playas, la falta de salvavidas se traduce en menos profesores de natación, ya que están certificados para ambas labores. Con menos control y con menos niños aprendiendo a nadar, se teme que el problema pueda ser más severo de lo que se creía en un principio.

Diversos ayuntamientos han lanzado campañas advirtiendo de la escasez de personal, indicándole a los padres que deben ser ellos los responsables de supervisar a sus hijos en las albercas. En Austin, las autoridades han decidido no abrir la mitad del total de albercas públicas, al menos, hasta mediados de junio, fecha en la que reevaluarán el tema. La Ciudad anunció que solo han logrado contratar a un 30% de los 750 empleados que necesitaban para tenerlas operando al ciento por ciento.

EL DATO

La Asociación de Salvavidas indicó que entre un tercio y la mitad de las más de 300 mil albercas públicas que hay en el país verán sus operaciones afectadas. En varios lugares se ha disminuido el horario de protección por la falta de salvavidas.

DEBE SABERLO

En varios lugares se ha disminuido el horario de protección por la falta de salvavidas.