Los incendios forestales asolan desde hace semanas la Amazonía de Brasil y los bosques de Bolivia y Paraguay. Esta gigantesca selva, en la que habita un ecosistema increíblemente diverso (más de 40,000 tipos de plantas; 1,300 especies de aves y 426 grupos de diferentes mamíferos), sufre una de las mayores catástrofes de su historia. Ante este desolador escenario muchos se preguntan ¿cuánto tardará en recuperarse la selva amazónica devorada por los incendios? La respuesta depende de una serie de factores.

La magnitud del daño que sufrió la tierra quemada es un aspecto importante. Si el suelo ha sufrido múltiples incendios, es más probable que los daños sean permanentes, lo que hará mucho más lenta su regeneración, que podría darse, plenamente, dentro de veinte y cuarenta años.

La ubicación del área quemada también es un papel clave en la velocidad de regeneración de la Amazonía, ya que si está al lado de un bosque sin daños, las aves y animales transitarán naturalmente por el área afectada, reavivarán el proceso de simbiosis y contribuirán a la recuperación. El terreno quemado hace más difícil introducir las semillas y las especies.

El cambio climático será determinante en la velocidad de regeneración de los bosques, sin embargo, éste es sumamente difícil de prever y controlar, lo cual es preocupante debido a que haría más lenta la recuperación de la zona. Es importante tener en cuenta que la estructura de la vegetación modificada por los incendios puede hacer que la recuperación de las especies tarden varias décadas o siglos.

El problema aquí es que ya se ha pronosticado que si la temperatura ambiental llega a ser muy alta, el Amazonas no podrá producir suficiente lluvia para mantener su selva tropical. Si las altas temperaturas se mantienen, el calor puede convertir en sabana lo que alguna fue abundante vegetación. Si los incendios son sucesivos, y si se repiten con frecuencia, los bosques nunca se regenerarán en su condición natural y seremos testigos de un nuevo tipo de vegetación empobrecida, dominada por unas pocas especies de árboles comunes que pueden sobrevivir en el nuevo régimen de incendios.

El papel que desempeña la Amazonía es muy importante en la regulación del clima mundial, como en la producción de agua dulce y en la conservación de especies de plantas que aún no ha sido descubiertas. Además, el mayor bosque tropical del mundo absorbe mil millones de toneladas de dióxido de carbono. La importancia de esta contribución es vital porque el aumento de dióxido de carbono empeoraría el calentamiento global: habría temperaturas más altas y la calidad de vida de los humanos sería deficiente.

EL DATO

La agricultura y la deforestación legal e ilegal son barreras que impedirán la pronta regeneración del suelo afectado en la Amazonía.

DEBE SABERLO

Los bosques del Amazonas forman la selva tropical más grande del mundo, con 2.5 millones de millas cuadradas. No solo la vegetación y la fauna sufrirán las consecuencias del gigantesco siniestro: miles de familias también resultaron afectadas.