Gracias a sus acciones y discursos, el Dr. King se consagró como uno de los oradores más grandes en la historia de este país. El 14 de octubre de 1964, el Dr. King recibió el Premio Nobel de la Paz por combatir la desigualdad racial a través de la resistencia sin violencia. Posteriormente, participó como activista en numerosas protestas contra la guerra de Vietnam y la pobreza en general.

El ‘Día de Martin Luther King Jr.’ se estableció como un día festivo federal en 1986, y recientemente, en el 2011, fue develada su estatua en la explanada nacional en Washington DC.

“Es importante mantener vivo su legado sobre todo en estos en estos momentos de incertidumbre que vive el país con la próxima asunción del presidente electo. Debemos recordar el mensaje de unión del Dr. King, debemos unirnos y ser un solo país, una sola comunidad, sin importar las diferencias culturales, las religiones, las razas, el color de la piel, el idioma o las creencias. MLK tuvo un sueño en el que todos nos uníamos como una sola fuerza.

Él luchó por la igualdad, por la unidad y la libertad en este país, y así deberíamos seguir, caminando hacia delante y no retroceder ni un paso”, concluye Yvette Crawford.