Podemos empezar a disfrutar la comida saludable de una manera práctica y rica. Por ejemplo: es muy diferente una pechuga de pollo insípida con lechuga a una ensalada llena de vegetales picaditos, nueces, frutas deshidratadas con un aderezo balsámico y un salmón a la parrilla. La idea es ser un poco creativo e identificarte con tu alimentación para que lo puedas ver como un estilo de vida y no como otra dieta más.

– ¿Se necesita gastar mucho dinero para comer saludable?

– Hay que admitir que hay muchos productos sanos que tienen un precio elevado; también debemos reconocer que comer sano a un costo monetario razonable es posible, aunque tal vez requiera de mayor tiempo y dedicación. Frutas y verduras frescas, grasas de buena calidad derivadas de frutos secos y pescados frescos, pueden ser costosos, pero se trata de alimentos muy sanos con muchos micronutrientes esenciales. Asimismo, no podemos negar que los granos, cereales no refinados, las legumbres y algunos vegetales y frutas de temporada también se consiguen a buen precio y son de gran ayuda si queremos comer sano y barato. Por lo tanto, creo que hay muchos alimentos sanos que tienen un alto costo, pero comer sano y barato es posible si nos lo proponemos.

– ¿Qué alimentos recomiendas eliminar por completo para observar un cambio en nuestro cuerpo?

– Eliminaría los embutidos: salchichas, jamón, mortadela, salchichón, y disminuir el consumo de lácteos, principalmente quesos y leche de vaca.

– ¿Cuáles son tus alimentos favoritos para bajar de peso o mantener un peso saludable?

– Mis favoritos siempre serán los vegetales crudos de hojas verdes y coloridos. Son nuestros aliados para bajar de peso, evitar enfermedades crónicas y hacen que nos veamos lindas, libres de acné, con la piel firme y el cabello brillante.

– ¿Cuál es tu opinión acerca de los suplementos y las vitaminas? ¿Son necesarios consumirlos a diario o es mejor adquirirlos naturalmente en la comida?

– Creo en el poder de los alimentos para la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas. Lamentablemente las pastillas no tienen el mismo efecto que la comida. Sin embargo, recomiendo suplementos para algunas personas, especialmente si están en riesgo de deficiencia: El ácido fólico para todas las mujeres que piensan en tener un bebé y mujeres embarazadas hasta la semana 12 de gestación.

La vitamina D para todas las mujeres embarazadas y lactantes, niños de seis meses a cinco años, las personas de 65 años o más y para los que no están expuestos a mucho sol. Y el suplemento que contiene vitaminas A, C y D para todos los niños de seis meses a cuatro años. Esta es una precaución si cree que su hijo no está alimentándose lo suficiente.

– ¿Cómo puede un(a) sedentario(a) comenzar un nuevo estilo de vida?

– La imagen de nuestro cuerpo depende de un 70% de nuestra alimentación y sólo un 30% del ejercicio. Lo más esencial es conocerte a ti mismo, ver cuál ejercicio te gusta más y que lo puedas implementar tres veces por semana. Lo importante es que te muevas y lo disfrutes, para que de esa manera pueda ser un hábito en tu vida y lo puedas mantener a largo plazo.

– ¿Cómo cumplir los propósitos de un cambio de vida saludable este año?

– Creo que llevar una vida sana se fundamenta en cuatro pilares básicos: alimentación, ejercicio, reducir estrés y descanso. Que tu alimentación se base en un 70% de vegetales verdes y coloridos, principalmente crudos. Evitar o disminuir notablemente el azúcar refinada, embutidos, enlatados y carnes rojas. En cuanto a los ejercicios, lo principal es escoger un deporte que te motive y te guste, para poder realizarlo a diario o mínimo 3 a 4 veces por semana. Unos 30 minutos diarios de actividad física son un empujón enorme a tu salud. Y si un día no tienes tiempo, has aunque sea 15 minutos de trote o ejercicios en casa. Todo vale.

Debemos intentar reducir al mínimo el nivel de estrés; un exceso de estrés nos lleva al cansancio crónico, daño celular y aumento del riesgo de enfermedades crónicas. Y finalmente, un horario de descanso regular puede ayudarnos mucho a recuperarnos del cansancio del día anterior. Un buen colchón, un ambiente óptimo de descanso y dormir de 7 a 8 horas nos ayudará a dormir mejor.