La piel grasa, la exposición al sol sin bloqueador, el desequilibrio hormonal y una incorrecta limpieza del cutis hacen que los poros se abran más de lo normal. Para combatir este problema es necesario hidratar el rostro todos los días y exfoliarlo una vez a la semana.

También podemos optar por otros tratamientos estéticos como el peeling (exfoliación profunda) o el láser.

Estos deben ser realizados en un lugar de confianza y previa evaluación médica para evitar complicaciones.

Para que los poros de tu rostro no estén tan dilatados haz lo siguiente:

• Evita lavarte la cara con agua caliente.

• Lávate todos los días con un gel limpiador de acuerdo a tu tipo de piel.

• Desmaquíllate antes de dormir. Si no lo haces, los poros se abrirán más para poder respirar.

• Todas las noches o mañanas usa una crema facial hidratante.

• Envuelve unos cubos de hielo en un paño limpio y pásalos sobre tu cutis. Te ayudará a cerrar los poros y de paso tonificará la piel.

• Bate a punto nieve una clara de huevo y espárcela por la zona. Cuando esté bien seca, enjuágate con agua fría. Hazlo una vez a la semana.

• Unta sobre la piel limpia el gel del aloe vera (o sábila), deja secar y enjuaga.