Escribir una novela puede llegar a tomar de seis meses hasta un año o incluso hasta cinco años (como en el caso de J. K. Rowling, la autora de Harry Potter). Además, requiere de inversiones pecuniarias como gastos de diseño, edición, publicación, distribución, entre otros.

“Yo tuve la fortuna de tener amigos que me apoyaron en estos proyectos. Pude haber escrito cuanto quisiera, pero sin la ayuda de ellos no hubiera tenido un libro físico. Es bueno tener contactos y asegurarse de que el proyecto podrá salir adelante”, sugiere Gume.

Para el autor de ‘Kingdom of Abel’, tener un ejemplo a seguir fue esencial. La autora A. S. King lo inspiró a escribir historias relacionadas a los adultos jóvenes, y la autora Guadalupe Garcia Machal fue su mentora y quien le ayudó a desarrollar su conocimiento en la cultura chicana.

Habiendo crecido en una región pobre del sur de Texas, con muchas desventajas, Gume reconoce lo difícil que puede ser lograr un sueño; sin embargo, espera poder ser un ejemplo de inspiración para otros jóvenes escritores de la misma forma en la que sus autores favoritos lo fueron para él.

“Cuando uno decide ser escritor, a veces se piensa que existe el deber de escribir un libro y por eso muchos se apresuran. La verdad es que no importa cuánto te tardes en escribir, lo que importa es cómo lo escribas y la forma en que te expreses a través de palabras, porque al final es tu trabajo el que hablará por ti”.

Finalmente, Gume adelanta que continuará escribiendo en los próximos años, historias que puedan representar diferentes tipos de grupos culturales, incluyendo a los latinos y a la comunidad LGBTQA.