Pues no es literal, pero casi. Si vas al baño y no prestas atención al color y olor de tu orina, quizás desde que leas esto actuarás de otra forma: la orina te puede decir cómo está tu organismo.

Por supuesto que no podrás detectar cualquier enfermedad, pero, por ejemplo, si tu secreción huele dulce, puede ser síntoma de que los niveles de azúcar en tu sangre no están bajo control o incluso de diabetes.

Si es de color rojizo, puede significar que comiste remolacha o que hay restos de sangre. No te alarmes si sólo pasa una vez, pero si vuelves a notarlo (y no has comido nada realmente rojo), puede que tengas una infección.

Otro síntoma de una infección en la orina es una sensación de ardor cuando lo haces, aunque también puede ser una infección de transmisión sexual. AGENCIAS