El Añejo debe madurar por lo menos un año en barricas de roble o encino. Es más oscuro que el reposado, con un sabor (notas) a madera más pronunciado. Suelen incorporárseles caprichosas esencias como tabaco, vainilla, pimienta, canela o flores. También, puede ser abocado y puede elaborarse a partir de mezclas entre diferentes añejos para obtener un producto “inigualable”. Por la complejidad de aromas y sabores logrados se obtiene una bebida ampliamente disfrutable si se toma derecho, como debiera hacerse con un excelso coñac, brandy o whisky. No sobra decir que recomendaría que estos tequilas no sean mezclados para no desperdiciar estas caprichosas virtudes envasadas.

El tequila Extra Añejo, como última variedad de destilado de agave azul, debe madurar por lo menos durante tres años. Una de sus características particulares es que resulta ser el más suave y aromático de todos los tequilas por sus peculiares y caprichosas notas. Como dato curioso e intentando hacer un ejercicio serio de degustación (cata), difícilmente se encontrarán notables diferencias entre un tequila añejo y un extra añejo, aún bajo una misma marca de tequila (y algunas veces con su reposado), pero donde sí se encuentra la diferencia es en el precio, porque se utilizan botellas MUY costosas.

Es por ello que casa General Murguía ha encontrado un justo y responsable equilibrio entre producto y precio en su Tequila Héroe de León, en sus presentaciones de tequila Blanco, Reposado y Añejo, procesados bajo doble destilado en barricas de roble canadiense, obteniendo con ello la calidad a un respetuoso precio.