Con qué facilidad se abre una botella de tequila, se sirve y se prueba; con qué facilidad también el organismo procesa los alcoholes en el organismo, desde sentirse en el cerebro hasta ser eliminados. Todo esto, de manera entre mecánica y fisiológica, sucede sin darnos cuenta del delicado, meticuloso y tardado proceso por el que el agave azul tequila weber pasa para poder ser llenadas aquellas botellas y agradablemente vertidas en nuestros caballitos o copas, para posteriormente hacer ese grato trabajo en nuestro organismo (y corazones).

¿Sabía usted que los agaves requeridos para producir un tequila de calidad requieren de no menos de entre 7 y 10 años para estar en excelsas condiciones?. Desafortunadamente, el que debiera ser considerado como un elixir espirituoso, se ve abusado en su creación por diversos ambiciosos productores de tequila quienes aceleran procesos genéricos de elaboración y destilación, resultando en bebidas alcohólicas a base de agave pero de pobres calidades, repercutiendo severamente la reputación de dicha bebida.

Nos hemos topado con gente que al escuchar la palabra tequila gesticula despectivamente y hasta se niega a probarlo. Inevitablemente, este servidor siempre asienta que no es culpa de los buenos tequilas la mala reputación obtenida por los malos tequilas. Roto ese estigma, al probar un buen tequila siempre ganamos un cliente satisfecho.

En ediciones anteriores señalamos desde los detalles de la cosecha del agave azul tequilana weber, hasta determinados tiempos requeridos para envasar tequilas añejos e inclusive extra añejos. Ahora es conveniente detenernos a compartirles más detalles respecto del proceso de destilación, para lo cual debemos contar con agaves suficientemente maduros, bien jimados y cocidos con la paciencia y cuidados propios de una excelsa receta de cocina, para luego ser molidos. Posteriormente se procede a “desgarrar” el agave en fibras a fin de facilitar la extracción de los jugos que habrán de fermentarse y posteriormente destilarse. Sin esto, ninguna destilación ofrecerá tequila de calidad.

El fin del proceso de destilación tiene como objetivo el separar las sustancias sólidas que empobrecen los alcoholes. Para poder nombrar a las cosas por lo que son, es imperante definir conceptualmente la destilación: el Diccionario de la Real Academia la define como “la separación por medio de calor, en alambiques y otros vasos, una sustancia volátil de otras más fijas, enfriando luego su vapor para reducirla nuevamente a liquido”. Posterior a esto, el tequila es enviado a sus barricas para sus respectivos añejamientos, los que varían acorde al producto que se desea obtener: blanco, reposado, añejo o extra añejo.

La mejor destilación obtiene mejores tequilas, por lo que pocas marcas pueden presumir de contar con más de una destilación, lo que brinda una mayor pureza en su marca de tequila. Particularmente, en Casa General Murguía perfeccionamos nuestro Tequila Héroe de León en base a dos destilados que nos permiten ofrecer una “simple” pureza en sus tres presentaciones: blanco, reposado y añejo. Ahora bien, algunas marcas publicitan tres o más destilados en sus procesos, lo que fuerza a sacrificar virtudes propias del agave, alterando el sabor natural de tal bebida.

Todo este proceso es irrenunciable e insustituiblemente vigilado por la autoridad competente en la materia, como lo es el Consejo Regulador del Tequila, cuya principal misión es cuidar la calidad de esta bebida. No existe más que esta autoridad al respecto.

Esta bella y mexicanísima tradición de siembra, cosecha y elaboración del tequila, que por décadas ha distinguido a México mundialmente, es materializada y puesta en cada botella.

Muchos son los reconocimientos que nuestra marca de Tequila Héroe de León ha obtenido pero la más valiosa para nosotros es la que usted, amable lector, nos pueda brindar. Por ello, dejo a su amable atención mi personal correo electrónico antonio@generalmurguia.com para con gusto compartirle lo que a su interés convenga, hasta satisfacer sus requerimientos.