Aunque es posible que Estados Unidos no alcance las cifras del 2021 y 2022, a punto de terminar el 2023 se han reportado más días con tiroteos masivos en el país que días del año. Para afrontar esas terribles cifras, la Administración Biden tiene una estrategia con la que intentará reducir la violencia armada.

En 2021 hubo 617 tiroteos, mientras que en 2022 el récord fue de 645 incidentes de ese tipo. Este año, tras una iniciativa del representante más joven del Congreso, Maxwell Alejandro Frost, el Presidente Biden creó la Oficina para la Prevención de la Violencia Armanda en la Casa Blanca, la cual ya tiene su primer plan estratégico.

Son cuatro los primeros objetivos de este esfuerzo: 1) implementar la Ley bipartidista de Comunidades Más Seguras; 2) identificar acciones ejecutivas adicionales; 3) mejorar las asociaciones con las ciudades y los Estados para ayudarlos a impulsar acciones que reduzcan la violencia armada, y 4) mejorar respuesta federal de coordinación de recursos para las personas afectadas por la violencia armada.

La vicepresidenta Kamala Harris también anunció acciones adicionales contra el uso de armas, enfocándose en los tiroteos masivos, pero también en los actos delincuenciales diarios, donde hay una persona herida o muerta por el uso de armas de fuego.

Entre las acciones impulsadas por esta Administración se creará una agenda con los Estados de la Unión más seguros, con el objetivo de prevenir la violencia armada, además de compartir experiencias. También hay un enfoque comunitario que será esencial, con leyes conocidas como de ‘bandera roja’, es decir, las alarmas para identificar las posibles amenazas. El apoyo a los sobrevivientes es fundamental, por ello se reforzará la posesión responsable de armas.

EL DATO

A la par de la oficina de la Casa Blanca, el Departamento de Justicia también anunciará dos nuevas acciones ejecutivas para reducir la violencia armada en el país.