Combatiendo el hambre infantil


Tania Del Ángel Pich | 3/31/2022, midnight
Combatiendo el hambre infantil
ARMONÍA. Los almuerzos abundantes no son recomendables. La comida de mediodía debe ser balanceada: carbohidratos, fibras y ensaladas. Beber agua pura también es necesario. |

Millones de niños sufren de inseguridad alimentaria en Estados Unidos y en otras partes del mundo. La hambruna es una pandemia que no discrimina, siendo los niños sus víctimas frecuentes.

Para evitar que el hambre haga presa de la comunidad vulnerable del país, la organización sin fines de lucro Share Our Strength impulsa la campaña nacional No Kid Hungry, enfocada en eliminar el hambre infantil a través de becas que se entregarán a escuelas y grupos comunitarios con el objetivo de que las inviertan en alimentar a los niños de escasos recursos económicos.

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Franco Cruz, gerente de programas de la Campaña No Kid Hungry en Texas.

“Trabajamos con más de cien distritos escolares de Texas ofreciéndoles nuestro apoyo y nuestras becas para que sus escuelas cuenten con los recursos necesarios para alimentar a los estudiantes que encaren la inseguridad alimentaria. Además, nos reunimos cada tres meses para plantear soluciones y abordar el hambre infantil con directores de nutrición en todo el Estado”, comenta para El Mundo Newspaper, Franco Cruz, gerente de programas de la campaña No Kid Hungry en Texas.

La década previa a la pandemia, la cantidad de niños que padecían de hambre había disminuido considerablemente. Sin embargo, cuando el COVID-19 azotó al país, millones de familias se enfrentaron repentinamente al desempleo, a las facturas de hospital, a desalojos y otras dificultades económicas. De acuerdo a cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), alrededor de trece millones de niños en el país viven en hogares que afrontan inseguridad alimentaria.

“Desde marzo del 2020 hemos distribuido más de 7.2 millones de becas entre escuelas, bancos de comida y organizaciones comunitarias, incluidos los YMCA, en todo el Estado. Les proporcionamos fondos para que puedan comprar refrigeradoras, hieleras, calentadores de alimentos, carritos para transportar los alimentos de un salón a otro y todo el equipo necesario que se use para alimentar a los niños vulnerables de su comunidad”, explica Cruz.

Además de la falta de alimentos para esta población indefensa, otros factores empeoraron la situación. “Aún sentimos los efectos negativos de la pandemia en la comunidad; además, con el incremento del costo del combustible, nuestros socios en los bancos de alimentos nos han comunicado que ahora hay mucha más gente solicitando comida y ayuda; por eso es importante para nosotros trabajar con los distritos escolares, porque solo con ellos podremos beneficiar a más niños”, dice Cruz.

Otro factor que ha ocasionado el incremento del hambre infantil entre la comunidad hispana en los últimos años es el temor de que, al solicitar ayuda de programas federales como SNAP y WIC, se les acuse de ser ‘carga pública’ al momento de hacer algún trámite migratorio, una regla que fue impuesta por la Administración Trump.

“Esa regla afectaba a las familias inmigrantes que solicitaban un cambio en su estatus migratorio; sin embargo, el Presidente Biden revocó dicha política en marzo del 2021. Nosotros realizamos una encuesta junto con la organización Protect Immigrant Families para saber si la comunidad hispana sabía de la revocación y los resultados fueron que, de cada cuatro personas, tres no sabían del cambio. Además, el 50% de las familias inmigrantes que necesitaban de beneficios federales no aplicaron por miedo a la regla de ‘carga pública’”, asegura Cruz y añade: “Próximamente lanzaremos una campaña educativa y de concientización sobre el programa SNAP dirigida a la comunidad hispana para que pierdan el temor de aplicar a este programa de ayuda federal”.