Aunque la decisión de la Suprema Corte de Justicia (24 de junio pasado) de revocar la protección constitucional al aborto detuvo esas operaciones en el Estado de Texas, una orden de restricción temporal otorgada por un juez de distrito del Condado Harris permitió que desde el martes 28 los procedimientos se reanuden en algunas clínicas.

Andrea Ferrigno, vicepresidenta corporativa de Whole Woman’s Health, informó a El Mundo Newspaper que continuarán brindando el servicio hasta que sea posible, ya que las medidas que impiden este procedimiento médico afectan más a las personas con menores posibilidades económicas. “Queremos ofrecer servicios hasta el último minuto, hasta que ya no sea posible, para ayudar a nuestra comunidad; no queremos abandonar a nuestras pacientes que por tantos años han contado con nosotros para sus necesidades de salud reproductiva”, explicó Ferrigno.

Para la también integrante del Consejo de Directores de la Whole Woman’s Health Alliance, los impedimentos legales hacia el aborto traerán “consecuencias muy impactantes” a nivel de salud pública y a nivel emocional. “Estamos muy preocupadas por cómo serán esas consecuencias, quizá haya personas tomando acciones drásticas;. Los porcentajes de mortalidad materna en Texas son aterrorizantes, entonces el simple hecho de continuar con un embarazo no deseado expone la vida de las personas”, agregó Ferrigno.

Si bien la decisión de la Suprema Corte –que fue calificada por Ferrigno como “devastadora” y “perturbadora”– se había anticipado hace unas semanas, va de la mano con las cada vez mayores restricciones legislativas sobre el aborto que se han ido implementando en Texas y que afectan principalmente a las minorías, como la hispana, la migrante y la de personas de color, que cuentan con menores posibilidades económicas para viajar a otros Estados.

El fiscal de distrito del Condado Travis, José Garza, afirmó en conferencia de prensa que en esa jurisdicción no se criminalizará a las personas por sus decisiones de salud y que su oficina no perseguirá a quienes busquen la interrupción de su embarazo o a quienes provean ese servicio.

En ese mismo evento, Neva Fernández, directora de la Unidad de Servicio a Víctimas de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado Travis, refirió que todos los días reciben casos de mujeres y niñas violentadas sexualmente.

Fernández refirió que una de cada cuatro mujeres menores de 18 años es atacada sexualmente; y de ellas, una de cada cuatro tiene la posibilidad de quedar embarazada, por lo que además del trauma provocado por la agresión se le suma el que estén obligadas a dar a luz.

Fernández relató que incluso recibieron el caso de una niña de 10 años que fue violada y a la que se le pudo aplicar un aborto, lo cual ahora será impedido por la Legislatura estatal, que no contempla este tipo de casos. “Ahora, una niña que es violada por un extraño, por un tío y, sí, incluso por su padre, será forzada a llevar un embarazo no deseado. Una niña que debería estar comiendo espagueti en la cafetería de su escuela, o jugando ‘tag’ durante el receso, será forzada a dejar la escuela a sus 10, 11 o 12 años y llevar un bebé en su pequeño e infantil cuerpo”, dijo.

Fernández criticó que decisiones como las de la Suprema Corte ponen en desventaja a quienes cuenten con menos recursos económicos, pues quienes cuenten con dinero siempre tendrá la posibilidad de pagar un pasaje aéreo para recibir la atención médica que necesiten. “Las mujeres y niñas que experimenten un embarazo forzoso –porque es así– serán aquellas con menores recursos: las que no tienen seguro ni atención médica ni la posibilidad de pagar por guarderías; son mujeres que no tendrán ningún apoyo una vez que nazca el niño”.

EL DATO

Whole Woman’s Health cuenta con clínicas en Austin, McAllen, McKinney y Fort Worth.

DEBE SABERLO

Comuníquese con Whole Woman’s Health marcando al (512) 250-1005 o al 877-8351-0900 aún si se prohíben definitivamente los abortos pues le brindarán todo tipo de asesoría. En caso de necesidad, la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado Travis le recomienda llamar a la National Domestic Violence Hotline marcando el 1-800-799-7233 o con SAFE Alliance en Central Texas al (512) 267-7233.