Lo que inició hace 20 años como un proyecto dentro de una clase de Periodismo en la Universidad de Texas en Austin ha impactado positivamente la vida de más de 40,000 niñas, adolescentes y estudiantes no binarios, sus padres y abuelos.

Entrevistada por El Mundo Newspaper, la fundadora y directora general de Latinitas, Laura Donnelly, reconoce que su misión está vigente: “Empoderar a todas las niñas a que innoven mediante los medios y la tecnología, que son dos de las herramientas más trascendentales para el cambio, para influenciar, para la justicia social”.

A dos décadas de distancia, Latinitas se considera la única organización bilingüe de Austin enfocada en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), que atiende anualmente a unas 2,000 niñas y que ha trascendido más allá de la capital texana.

Aunque estuvo presente en El Paso por 12 años, ahora están trabajando también en San Antonio y, mediante eventos virtuales, han tenido presencia de otros veinticinco Estados de la Unión, así como de Colombia, Costa Rica y Venezuela.

“Latinitas es una reunión para las personas que mueven a Austin, ya sea que vengan de Miami, algún lugar de Latinoamérica o México; que sienten a esta ciudad como su casa, como su país, su hogar y ha permitido que se construyan muchas relaciones”, manifesta Donnelly.

En su momento, Latinitas surgió como una revista para niñas hispanas enfocada en aumentar la representación de niñas y mujeres latinas en el periodismo y la tecnología. Esa brecha de representación en los medios sigue vigente, sobre todo en ámbitos de toma de decisiones periodísticas, pues un análisis de la consultora Zippia estimó que solamente 9% de los editores de periódicos en Estados Unidos son hispanos, frente a 77% de anglosajones.

Las actividades de la organización iniciaron con talleres en bibliotecas públicas sobre cómo escribir artículos, cómo tomar fotografías o cómo crear un sitio web. Con el paso de los años han tenido clubes escolares, campamentos, eventos, publicaciones y canales por los cuales las niñas y adolescentes pueden expresarse por sí mismas, aprender, desarrollar sus habilidades y encontrar su propia voz. Actualmente tienen clubes en 16 escuelas y esperan llegar a 20 el próximo año.

“Empezamos con participación en actividades digitales, creación de sitios web, diseño de gráficas, y hemos evolucionado con la ciudad, y entonces seguimos con clases de creación de código, realidad virtual y aumentada, y robótica”, relata Donnelly. Por ello, grandes compañías de tecnología con presencia en Austin, como Oracle, Google, Meta, eBay, Intel, Dell, entre otras, han apoyado esta iniciativa, facilitado la creación de becas patrocinadas y la posibilidad de contratar a más personal.

Uno de los principales aprendizajes de Latinitas es que no es cuestión de que las niñas tengan que incorporarse a la tecnología, sino que es parte de su herencia histórica y cultural, pues los pueblos indígenas de América o de África ya la desarrollaban. “Existe esta conversación de que tenemos que tener chicas en STEM, tenemos que tener latinas en STEM, que estas chicas hagan tecnología, y la realidad es que ellas ya están allí, y que la cultura de la tecnología sigue sin ser muy agradable con ellas”.