Las temperaturas récord que azotan el oeste del país han provocado la muerte de los trabajadores que plantan y cosechan los cultivos, evidenciando las peligrosas condiciones de trabajo que impregnan la oferta de alimentos en el mercado estadounidense.

A nivel federal, actualmente no hay reglas específicas de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) que cubran el estrés por calor, aunque están considerando la posibilidad de crear una norma de seguridad específica.

Aunque algunos Estados productores han adoptado reglas de emergencia, los defensores de los trabajadores dicen que las medidas no son suficientes. OSHA tiene activo un requisito de seguridad en el lugar de trabajo de bienestar general, pero los defensores dicen que a menudo no se hace cumplir.

Actualmente, existe poca presión para hacer que las granjas sean más seguras. Esa fragilidad es peligrosa porque los efectos pueden aparecer de repente. Los ligeros aumentos de temperatura pueden aumentar significativamente el riesgo de muerte prematura por calor.

Entre 1992 y 2017, el estrés por calor mató a 815 trabajadores estadounidenses y lesionó gravemente a más de 70,000, según datos del Gobierno Federal. Los trabajadores agrícolas tienen 35 veces más riesgo de morir a causa del calor que la fuerza laboral en general.

Aproximadamente, la mitad de los trabajadores agrícolas o de granjas carece de estatus migratorio legal, y los trabajos intensivos en mano de obra que realizan resultan en poco salario y escasos beneficios. La mayoría no tiene acceso a una atención médica adecuada. Muchos ni siquiera hablan inglés.

Las demandas por daños son raras porque la falta de estándares federales de la industria y las políticas de estrés por calor hacen que sea difícil ganarlas. Familias enteras a menudo trabajan juntas en las granjas, por lo que si presentan una demanda, es posible que una empresa no los vuelva a contratar la próxima temporada. Para aquellos que ganan, la compensación suele ser baja porque a los trabajadores agrícolas se les paga muy poco a lo largo de su vida.

Varios legisladores del Congreso de la Unión le han pedido a OSHA que tome medidas sobre las regulaciones por calor excesivo en los lugares de trabajo.

EL DATO

Estados Unidos, el mayor exportador agrícola del mundo, tiene granjas equipadas con las tecnologías más avanzadas, como drones que pueden inspeccionar los campos. El calor extremo podría perjudicar la producción del país.