Las autoridades migratorias del U.S. Customs and Border Protection (CBP) cerraron temporalmente sus puestos de control en autopistas de Nuevo México y de gran parte del oeste de Texas, para reasignar a sus agentes y utilizar los puestos avanzados para ayudar a procesar el creciente número de centroamericanos que llegan a la frontera sur. Los controles están cerrados en todo el sector de El Paso (sur de Texas), que se extiende a lo largo de 266 millas de línea fronteriza en Texas y Nuevo México.

La inusual medida se adoptó mientras la Administración Trump insiste en la alerta de crisis en la frontera sur debido al drástico incremento de los cruces ilegales, lo que ayuda a justificar su decisión de declarar una emergencia nacional y liberar fondos militares para financiar la construcción de un muro.

EL DATO

Los controles, ubicados a unas 99 millas de la frontera, están pensados para ser la última capa de defensa ante las entradas ilegales de inmigrantes.