Después de 24 años de trabajo ininterrumpido, Panteón Rococó presenta ‘Infiernos’, el noveno disco de estudio de la banda que incluye los populares sencillos ‘Tonantzin’ y ‘El último ska’, que fue estrenado frente a más de 40 mil personas en dos conciertos realizados en la Arena Ciudad de México. Actualmente, la banda está de gira en este país y una parada será Austin: el concierto será el 16 de julio en el Emo’s. El Mundo Newspaper conversó con Missael Oseguera, saxofonista de la banda, sobre este disco y su actual gira.

– ¿Cómo se siente estrenar un nuevo disco luego de seis años?

– No sacamos un disco completo pero sí habíamos sacado sencillos y el disco aniversario que tenía versiones nuevas. Trabajamos dos años en este disco y ahora esperamos que la gente lo escuche y les guste. Nosotros estamos felices.

– ¿Qué es ‘Infiernos’?

– Es un disco que no fue pensado como un disco-concepto, pero que al final nos dimos cuenta que sí había un hilo conductor y por eso se llama ‘Infiernos’. Hay varias canciones que hablan sobre nuestros demonios. Nos dimos cuenta de que son planteamientos de cosas que vivimos los seres humanos en el día a día y que algunos vivimos como si fueran infiernos. Hay una canción que habla de quienes viven con una botella de licor al lado, que es un infierno, pero lo disfrutan. Las letras son muy reales. Musicalmente estamos arriesgando hacia muchos lados, tal vez lo que más tocamos son las canciones más prendidas, pero en todos nuestros discos experimentamos con ritmos y géneros.

– ¿Por qué es importante mantener el contacto con el público?

– A fin de cuentas, así nació esta banda, de forma independiente y compartiendo con la gente. Nunca fue por la radio, por canales de televisión ni revistas. Nuestra banda nació tocando y el público creció por boca-en-boca de quienes iban a nuestros conciertos. La gente nos fue conociendo así y esa es la parte más importante para Panteón Rococó: estar en la calle tocando para la gente. Además, el disco aniversario nos mantuvo tocando, nos hizo recorrer México, Sudamérica, Estados Unidos y Europa, ¡no había forma de parar! Nosotros solo descansamos un mes al año.

– ¿Por qué es importante para ustedes mantenerse como independientes?

– Cuando comenzamos tuvimos una mala idea de las disqueras que se crearon por las malas experiencias de algunos amigos, pero nunca tuvimos miedo. Después del primer disco independiente, algunas distribuidoras independientes nos trataron muy mal y recurrimos a una disquera transnacional y aprendimos a trabajar con ellos bajo nuestros términos y aprendimos que la palabra es la mejor arma que existe y llegamos a acuerdos. Somos dueños de nuestro material pero tenemos contratos de distribución. Encontramos el equilibrio.

– Se acerca su vigésimo quinto aniversario. ¿Qué tienen preparado?

– No nos dimos cuenta de que faltaba tan poco tiempo para eso porque estábamos clavados en el disco nuevo. No tenemos nada preparado. Seguro en cada una de nuestras cabezas hay ideas, así funciona Panteón Rococó, somos un colectivo de ocho músicos que trabaja de manera democrática. En unos meses nos sentaremos a decidir qué haremos, pero lo que nos tiene ocupados ahorita es mostrar en todos lados lo que hicimos para este disco.