Según un análisis del proyecto TRAC de la Syracuse University, tras la implementación del Programa de Prioridad Policial (PEP), que dio prioridad al arresto criminales peligrosos y personas que recién habían cruzado ilegalmente la frontera, los arrestos de indocumentados en las comunidades al interior de Estados Unidos han aumentado en la Administración Trump, aunque no a los niveles de los últimos dos años de la presidencia de Barack Obama.

En marzo del 2017, los arrestos comunitarios totalizaron 4,275, pero han tenido una leve baja desde entonces: en septiembre de ese año, el total en esa categoría fue de 3,345, mientras que en junio pasado fue de 3,216.

Según el análisis de TRAC, el 25% de los arrestos bajo la Administración Trump ha ocurrido en viviendas, sitios de empleo, tribunales, y demás lugares de la comunidad en las que residen los inmigrantes indocumentados. Muchos han sido detenidos mientras cumplían con citas ante las autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Hasta octubre del 2017, el Condado Travis ocupaba el octavo lugar entre las jurisdicciones texanas que registraron más arrestos de indocumentados, con 3,198 detenciones, según TRAC. En el mismo periodo de tiempo, el total de detenciones de indocumentados en Texas es de 103,714 personas, ocupando el primer lugar de la lista de Estados de la Unión que más arrestos ha realizado. El segundo puesto es para California, con 59,145 detenciones.