El próximo lunes 29 de mayo, cientos de familias inmigrantes de Austin, Houston, Dallas y otras ciudades texanas se darán cita en el Capitolio estatal el último día de la sesión legislativa para manifestarse en rechazo a la controversial ley SB4. Se espera que líderes inmigrantes lleguen en autobuses desde Arizona, Nuevo México, Florida, Nueva York, Oklahoma, Arkansas, Maryland y Washington DC para apoyar a la comunidad inmigrante en Texas.

“Queremos enviar un mensaje muy claro al Gobernador Abbott, a Dan Patrick y a los políticos republicanos: no queremos ese tipo leyes racistas ni en Texas ni en ningún otro estado, comentó para El Mundo Newspaper Sheridan Aguirre, gerente de comunicaciones de la organización United We Dream.

Los protestantes esperan entrar al Capitolio y pronunciarse antes del receso de verano. ‘El auditorio donde ocurre la audiencia tiene un cupo para quinientas personas y lo queremos ocupar todo. Estaremos compartiendo historias y haciéndoles saber a los políticos que la comunidad inmigrante vigila sus acciones de cerca y que no nos dejaremos atemorizar’, comenta Aguirre y agrega: “Después saldremos a manifestarnos alrededor del Capitolio y por último terminaremos el movimiento inmigrante con un fraternal convivio y con música en vivo de grupos locales para que los asistentes se puedan conocer y disfrutar de un rato agradable”.

La ley SB4 entrará en vigor a partir del 1 de septiembre, la cual permitirá a la policía local indagar el estatus migratorio de cualquier persona, algo que muchos consideran una ley racista. ‘Simplemente por nuestro color de piel, por nuestro acento, por vivir en algún vecindario específico ó por el tipo de trabajo que realizamos seremos el blanco de la policía. Creemos que lo único que genera este tipo de leyes es fomentar el terror entre la comunidad’, asegura Aguirre.

Según datos oficiales de la Oficina del Censo, cerca del 40% de la población texana es de origen hispano y se espera que para el 2020 sean la mayoría. “Los políticos saben de estas cifras y es por eso que tienen miedo de convertirse en la minoría, pero tarde o temprano la política de este estado tendrá que reflejar esa realidad”, concluye Sheridan Aguirre.