Aunque el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está colocando a miles de inmigrantes indocumentados grilletes con GPS, los resultados no son óptimos para las autoridades.

Los monitores de tobillo de 5.5 onzas, conocidos también como ‘grilletes electrónicos’, han dejado grandes ganancias para GEO Group, el segundo mayor contratista de prisiones privadas del país. Sin embargo, para el Gobierno Federal los dispositivos no son efectivos ya que los indocumentados se los quitan cuando saben que su deportación es inminente.

Los defensores de los inmigrantes y expertos legales argumentan que los dispositivos, que se usan comúnmente para personas bajo libertad condicional penal, son inapropiados para las personas que buscan asilo en este país.

El Congreso de la Unión estableció por primera vez el programa de ‘grilletes electrónicos’ en 2002, aunque los monitores de GPS se hicieron más comunes a medida que las deportaciones aumentaban a niveles récord durante la Administración Obama (con un promedio de más de 385,000 anuales entre 2008 y 2012).