Madre latina reclama justicia


Marlon Gomez | 8/2/2018, midnight
Madre latina reclama justicia
TRISTEZA. Los padres de Nano no pueden creer que el sistema judicial pueda fallar de tal forma que la responsable de la muerte de su hijo esté en libertad. |

¿Dónde está la justicia?

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JUSTICIA. Terry Nelson es la presunta responsable del accidente. La familia López pide que se presenten los cargos contra ella cuanto antes.

Las autoridades les pidieron dejar la terrible escena, obligándolos a cruzar la calle. Junto a una ambulancia vieron a una mujer, pero no sabían quién era, mucho menos se imaginaban que era la presunta responsable de la tragedia. Su nombre es Terry Nelson, una mujer de 59 años que hasta hace un par de años trabajaba en la sede de la Policía de Elgin como operadora telefónica.

De acuerdo a testigos, Nelson manejaba con exceso de velocidad. La vía tiene un límite de 50 millas por hora y testigos aseguran que su coche se desplazaba a más de 100 millas. Al cierre de esta edición no se sabía por qué Terry Nelson perdió el control de su coche, se salió de la vía y cruzó en sentido perpendicular hasta impactar al coche de Nano López. La mujer, que no sufrió heridas profundas, se bajó de su automóvil y caminó para alejarse del lugar cuando un oficial de la policía la encontró.

De acuerdo a reportes oficiales de esa noche, Nelson comenzó a hablar de Dios sin mencionar palabra alguna sobre el accidente, caminaba sin estabilidad y hablaba para sí, lo que llevó a los oficiales a deducir que manejaba intoxicada. Nelson se rehusó a pasar la prueba de alcoholemia, pero gracias a una orden judicial pudieron hacerle un examen de laboratorio. El resultado: su sangre no arrojó rastros de alcohol o de alguna otra sustancia tóxica.

“No lo puedo creer; una persona normal sabe lo que hace y a qué límite de velocidad maneja, pero ella no solo se pasó el límite un par de millas ¡iba al doble y un poco más!”, dice incrédula Virginia López.

Terry Nelson fue arrestada esa noche bajo cargos de asesinato involuntario y por manejar intoxicada. Tras noventa días privada de su libertad se esperaba su audiencia para ser imputada por estos cargos, pero el juez le concedió la libertad a la espera de reportes formales. “Nos dijeron que no había testimonios, que el juez sólo tenía el reporte policial”, dice Virginia.

He aquí una irregularidad preocupante. De acuerdo a indagaciones realizadas por Virginia en la fiscalía, con apoyo de abogados y de oficiales de la policía, se sabe que el detective encargado del caso no presentó las fotografías ni las declaraciones de los paramédicos ni de los oficiales presentes en la escena del accidente. Esto, sumado a los resultados del laboratorio, causaron un retraso en el proceso judicial.

“No quiero pensar que porque somos latinos nos dieron un trato distinto; no quiero pensar que la están encubriendo porque ella trabajó con la policía de Elgin, pero lo que sí sé es que no han hecho el trabajo como debían y que ahora tengo que luchar por lograr justicia para mi hijo y para que ella no vuelva a cometer un acto como éste”.

Desde que la presunta responsable de la muerte de Nano salió en libertad, Virginia ha organizado marchas para exigir justicia, ha recolectado firmas, ha pedido ayuda a los medios de comunicación, y se ha asesorado con abogados y funcionarios públicos buscando que le den una sentencia ejemplar a la persona que cegó la vida de su hijo.

“Ella no sabe el daño que nos hizo. Este es un dolor que nunca imaginé que podría existir. A veces no quiero ni levantarme, pero no me cansaré de pedir justicia para mi hijo. Una madre hace por sus hijos lo que tenga que hacer. Hay quienes preguntan si me da miedo que me hagan algo, pero yo sólo estoy pidiendo lo correcto ¡justicia para mi hijo!”.