Argentina es una selección que, a pesar de tener como capitán a Lionel Messi, y de estar integrada por estrellas que brillan en Europa, no ha demostrado ser lo potente que todo el mundo espera. En este proceso, el combinado argentino ha marcado 16 goles y recibido 15, una producción goleadora muy pobre si consideramos que tienen a delanteros temibles como Carlos Tévez, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, Ezequiel Lavezzi y Paulo Dybala. Las individualidades de un equipo que vale casi 600 millones de dólares son impresionantes, pero no funcionan como equipo. Además, en un solo proceso eliminatorio, la selección argentina ha cambiado de director técnico tres veces, una cosa inusual en el bicampeón mundial. Argentina se jugará su clasificación al Mundial contra Perú el 5 de octubre, para lo cual han hecho un movimiento estratégico controvertido: se mudaron de cancha.

La AFA cambió un estadio (el de River Plate) con capacidad para 61,000 espectadores por uno (la ‘Bombonera’ de Boca Juniors) que alberga poco más de 49,000 personas, con la única finalidad de ‘asustar’ al rival y de hacerle sentir a su selección el calor de las tribunas. La decisión puede ser un arma de doble filo porque si Argentina no anota en los primeros 30 minutos del partido, esas arengas pueden convertirse en silbidos, reclamos y hasta insultos. Es importante recordar que la primera y la única vez que Argentina no pudo clasificar a un Mundial fue porque empató 2 a 2 en un partido crucial. Sucedió en 1969. ¿El rival? Perú. ¿La cancha? ‘La Bombonera’ de Boca. ¡Que manera de jugar con la superstición, tan fuerte en el mundo del fútbol! Un triunfo sobre Perú serviría para que la selección argentina afronte su último partido, ante Ecuador en Quito, sin la desesperación de conseguir la victoria. La clasificación directa es una posibilidad real para Argentina, y la repesca un premio consuelo. Otros resultados favorables: empates en el Chile vs. Ecuador y en el Perú vs. Colombia.

Chile, el bicampeón vigente de América, está en una situación incómoda: No depende de sí misma para conseguir la clasificación a Rusia 2018. Los dirigidos por el argentino Juan Antonio Pizzi han perdido la rapidez y efectividad que los hizo ser la selección más fuerte del continente americano. Equipo tienen, pero algo los tiene desmotivados. Sin embargo, los pergaminos y los triunfos recientes obligan a que Chile luche por clasificar al Mundial.

Los amantes del fútbol no concebimos una Copa del Mundo sin el monarca de la Conmebol. El camino para lograr el objetivo es, por corto, muy duro.

La selección chilena debe ganarle a Ecuador, en Santiago, el 5 de octubre y dejar el alma cinco días después ante Brasil. Dos victorias son indispensables para pensar en la clasificación directa o en la posibilidad de quedarse con la opción de la repesca. Otros resultados favorables: Empates en el Argentina vs. Perú; Ecuador vs. Argentina y en el Perú vs. Colombia.

Ecuador tuvo una ‘carrera de caballo y parada de borrico’ impresionante en el inicio de este proceso eliminatorio. Luego vino la debacle y la cesión de puntos, hasta llegar a la situación actual.

Matemáticamente, la selección ecuatoriana tiene la posibilidad de la clasificación directa, pero necesita de un triunfo apoteósico ante Chile (de visita) y de una titánica victoria ante Argentina (en casa); además de eso, deben darse otros resultados que le sean favorables a los ecuatoriano. He ahí el problema. Con director técnico interno (el argentino Jorge Célico) y sin la participación de dos baluartes del ‘Tri’ (Christian Noboa y Felipe Caicedo), la ilusión máxima del aficionado ecuatoriano es la repesca, aunque ese objetivo también parece lejano. Otros resultados favorables: Empates en el Argentina vs. Perú y en el Perú vs. Colombia, y una derrota de Chile ante Brasil.

Paraguay, Bolivia y Venezuela se despiden de este proceso eliminatorio mostrando algunos chispazos de buen fútbol y pundonor en estas Eliminatorias.