Austin es parte de la lucha contra el cambio climático


Tania Del Ángel Pich | 6/22/2017, 10:20 a.m.
Austin es parte de la lucha contra el cambio climático
Steve Adler |

A inicios del mes, Donald Trump anunció que Estados Unidos salía del Acuerdo de París asegurando que dicho pacto no favorece los intereses económicos del país. Para dilucidar las consecuencias que esta decisión tendría en nuestro territorio y el impacto a nivel mundial, El Mundo Newspaper conversó con Carlos Gómez, asesor ambientalista.

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Carlos Gómez.

EL DATO

Bajo las reglas del Acuerdo de París, ningún país puede salir del tratado hasta el 4 de noviembre del 2020, un día después de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los expertos señalan que el cambio climático será uno de los principales tópicos en las próximas contiendas electorales.

- ¿Fue la mejor decisión?

– Es una decisión que repercutirá en el cuidado del medio ambiente, puesto que Estados Unidos es el segundo país que más contamina en el mundo. Sin embargo, desde el Protocolo de Kioto (1997), del cual Estados Unidos se mantuvo al margen, las compañías en este país se vieron en la necesidad de realizar cambios en sus productos que fueron favorables para el medio ambiente. Eso se dio como parte de las políticas internacionales. Creo que, aunque Estados Unidos ya no esté dentro del Acuerdo de París, algunos estados y compañías seguirán apostando al cuidado del planeta.

¿Otros países saldrán del Acuerdo de París?

– Existe un temor de que se produzca un ‘efecto dominó’ y que varios países en desarrollo decidan salir. El Acuerdo establece que se tienen que disminuir las emisiones de carbón, y los países en vía de desarrollo necesitan levantar sus industrias y sus vías de producción, y sin embargo, han debido reestructurarse para dejar de contaminar; pero ahora que Estados Unidos ya no es parte del tratado, muchos países buscarán salir también.

¿Cree que la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access influyeron en la decisión de Donald Trump?

– Según Trump, acabar con las políticas de energías renovables y continuar con la explotación de combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, generará trabajo y dinero rápidamente. Sin embargo, esa política no funcionará a largo plazo. Para la producción de recursos renovables se requiere mucho más empleo. El poner techos solares, molinos eólicos, energía undimotriz (producida por las olas del mar), hacer vehículos más eficientes, y en sí todos los trabajos ‘verdes’, requieren de mucha mano de obra que se traduce en empleos, pero también requieren de mayor investigación y tiempo.

- ¿Habrá algún otro interés de parte de Trump?

– Existen intereses económicos en los propietarios de las compañías que lucran con el carbón y del petróleo, los cuales han conseguido el apoyo del presidente a través de amigos o inversionistas.

- ¿ Estados Unidos puede todavía combatir el calentamiento global?

– No solo las políticas de los países son las que rigen la parte ambiental, también están las políticas empresariales que cada vez imponen mayor presión a las compañías para que cumplan con ciertos requerimientos ecológicos. Además, todos en casa podemos cambiar de hábitos y costumbres para disminuir la contaminación que producimos. Estados Unidos se comprometió a reducir entre 20% y 24% sus emisiones de gas de efecto de invernadero (GEI) para el año 2025, así que pienso que tanto las empresas, la comunidad y las organizaciones no gubernamentales seguirán trabajando a favor del medio ambiente. La realidad es que si se deja de usar petróleo se paraliza el mundo. Lo ideal sería buscar la forma de minimizar el uso del petróleo y del carbón. Se debe crear una energía que complemente lo que actualmente utilizamos y después reemplacemos por completo la energía fósil.