El 11 de junio pasado, el 97.18% de ciudadanos de Puerto Rico apoyaron el plebiscito no vinculante que propone cambiar el estatus jurídico de la isla. Esta mayoría votó a favor de que el país se convierta en un estado más de Estados Unidos y deje de ser un territorio autónomo asociado. Sin embargo, la decisión no depende de ellos, ya que es el Congreso de la Unión el que debe sesionar para debatir la posibilidad.

Poca participación. Pese al contundente resultado, solamente dos de cada diez electores ejercieron su voto. Según datos difundidos por la Web de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), un total de 486,725 electores eligieron la estadidad. Dicha cifra superó ampliamente a la opción de la independencia absoluta, que obtuvo un 1.5% de los sufragios de 7,543 votantes. Solo un 1.3% eligió el estatus actual de Estado Libre Asociado (ELA) por parte de 6,609.