También dijeron ‘Sí’ los venezolanos en Austin


Marlon Gomez | 7/20/2017, midnight
También dijeron ‘Sí’ los venezolanos en Austin
Venezolana residente de Austin |

El domingo 16 de julio, los venezolanos que viven en el Centro de Texas y en todo el mundo acudieron a distintas plazas, escuelas e iglesias que se designaron como centros de votación informales en los que se realizó un plebiscito para consultar si estaban de acuerdo con una nueva elección que renueve los poderes públicos en ese país, y para expresar su acuerdo o desacuerdo con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Tres preguntas conformaban la tarjeta electoral. Quienes marcaban las opciones ‘Sí’ estaban en desacuerdo con el régimen; mientras que la opción ‘No’ expresaba el apoyo a la ‘revolución’ que ha hegemonizado el poder durante las últimas dos décadas.

Poco más de 7.5 millones de personas participaron en esta jornada para pedir un cambio en Venezuela, pero la legitimidad del proceso ha sido cuestionada por el oficialismo venezolano.

El plebiscito del 16 de julio fue una consulta popular y no una elección oficial; el proceso fue organizado por universidades, organizaciones sin fines de lucro y partidos de oposición, sin contar con el apoyo del Consejo Nacional Electoral.

Quienes participaron fueron, mayormente, los venezolanos que se identifican como opositores y aquellos que están en contra de la Asamblea Nacional Constituyente convocada por Nicolás Maduro, que revocaría del poder de los legisladores opositores y tendría el poder de reformar la constitución de ese país. Además, se espera que esa Asamblea nombre nuevos magistrados para el Tribunal Supremo de Justicia.

Maduro contra el mundo

Precisamente por la carencia de un resultado que tenga un impacto real ante la crisis social, económica y política de Venezuela, el plebiscito fue catalogado internacionalmente como una muestra de ‘desobediencia cívica’ o solo una protesta contra el gobierno de ese país.

Esta manifestación de la voluntad popular es un nuevo capítulo en la ‘resistencia’ de más de tres meses que se ha vivido en Venezuela y que se hace visible en protestas callejeras diarias, las cuales han registrado casi cien muertos desde el pasado 1 de abril.

Distintas naciones han sugerido al gobierno ‘revolucionario’ que abra las puertas a la negociación para lograr la paz, pero luego de los resultados del 16 de julio el discurso internacional se ha hecho más contundente.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, le pidió al presidente Maduro que suspenda la convocatoria a una Asamblea Constituyente.

La cancillería de Brasil emitió un comunicado en el que insta al mandatario venezolano a cancelar las elecciones, restaurar el poder de la actual Asamblea Nacional (de mayoría opositora) y liberar a los presos políticos.

Presidentes y ex presidentes de todo el globo han salido al paso para validar esta demostración de desobediencia nacional exigiendo la apertura al cambio en ese país latinoamericano.

Donald Trump apuntó que “Estados Unidos no permanecerá de brazos cruzados mientras Venezuela se derrumba. Si el régimen de Maduro impone su Asamblea Constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará fuertes y rápidas acciones económicas”.

Constituyente en ‘Hora Cero’

El presidente Nicolás Maduro y su gabinete han señalado que los resultados del plebiscito ‘no son reales’, que el proceso estuvo lleno de irregularidades y que esta manifestación no tiene ninguna legalidad. Además, el mandatario recalcó que las elecciones por la Asamblea Constituyente siguen en pie.

La coalición opositora venezolana tomó estos resultados como un gran logro y aseguran que este es el inicio de la ‘Hora Cero’. Es incierto lo que esto significa, pero han anunciado más protestas en las calles y una gran huelga nacional para seguir demostrando el impacto que pueden causar.

Sin embargo, este proceso ha dejado más preguntas que respuestas. ¿Qué pasará cuando el gobierno venezolano desconozca a las autoridades paralelas? ¿Qué pasará si el gobierno venezolano concreta su Asamblea Constituyente? ¿Lograrán las manifestaciones callejeras hacer que el gobierno se rectifique?

Lo que pasará en Venezuela en el corto plazo es incierto, pero esta muestra de desobediencia pasará a la historia, ya sea como el primer paso para escribir un nuevo capítulo, o como el mayor fracaso contra un régimen tiránico.