Los sentimientos se pueden expresar de diversas formas: a través de la música; de la danza; de las artes plásticas; de la pintura; de la práctica del deporte o a través de la escritura. Mucha gente desahoga sus angustias y expresa sus anhelos plasmando en palabras lo que les hace vibrar su núcleo íntimo, su foro interno.

En tiempos en los que las apariencias y el culto a lo material arrasa las mentes de la población mundial, siempre habrá refugios y excepciones, sino el mundo colapsaría y entraríamos en franca involución. Que tu hijo o hija sea esa bonita irregularidad. Invítalo a escribir de lo que sea que le interese. Y no los juzgues ni te escandalices con lo que sea que ponga en el papel o por el idioma en que plasme sus ideas y su imaginación. Si se expresa mejor en inglés, que sea ése su primer idioma. Que tus hijos sean bilingües o políglotos depende de cómo los crías en casa. La posibilidad de expresarse a través de la palabra escrita les permite a tus hijos desarrollarse como personas, algo que, en el futuro cercano, será de gran necesidad para la Humanidad.

Hay quienes dicen que dedicarse a escribir no genera fortuna. Depende. Escribir puede ser una carrera profesional para tus hijos ya que, además de satisfacerlos como seres humanos, también puede ser su sustento. Todas las películas clásicas y teleseries exitosas lograron ese estatus gracias también a sus guionistas (writers). No hay obra buena (en cine, televisión o teatro) que no esté bien escrita. La literatura y la música también se sostienen en estos seres creativos. Y a diferencia de Latinoamérica, en este país si rentable escribir (mucho más en inglés que en español).

Incentivar la escritura en tus hijos(as) hará que se interesen también en la lectura. La práctica de ambos está yuxtapuesto. Además, entre los 7 y los 13 años el niño o la niña está en la etapa perfecta para, por ejemplo, corregir su ortografía (si es el caso) y para agregar a su vocabulario palabras que no son de uso cotidiano. Eso otorga elegancia y distinción, alejándolos de la patanería, del chisme y la vulgaridad (tan arraigados en nuestra comunidad).

Más allá de su valor literario, un cuento corto refleja el estado de ánimo del autor. Desde esa perspectiva, es importante que los padres y madres de familia sepan qué sienten sus hijos y qué ronda sus mentes.

Escribir no es fácil. No todo el mundo puede hacerlo. Me consta. Para escribir se emplea disciplina, gracia, buen gusto y cadencia. Al fomentar la escritura y la lectura en la infancia y pubertad de tus hijos les estás dejando un alto valor como persona, ya que cuando tu pequeño sea adulto podrá redactar sus tareas universitarias e ideas, planes y proyectos profesionales sin apuro ni dificultad.

El martes 5 de septiembre concluye la convocatoria del concurso de escritura ‘El Niño y el Cuento’, un evento especialmente dedicado para todos los niños y niñas del Centro de Texas. Falta poco. Induce a tus hijos a participar. No lo hagas sólo por los premios. Quizá encuentren su vocación desde temprano. Quizá ése sea tu mayor legado.