Propiedades no pueden encarecerse eternamente


Agencias / Cortesía | 4/6/2017, midnight
Propiedades no pueden encarecerse eternamente
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Conforme los alquileres y el precio de las viviendas en las ciudades más productivas siguen subiendo, la pregunta obvia es si esto es sostenible. ¿Nueva York y San Francisco se convertirán en gigantes imparables que absorberán más talento y llegarán a ser más caros cada año? Quizá no. Son varias las razones para que el crecimiento de determinadas ciudades resulte limitado en lugar de aumentar en espiral hasta salirse de control.

Vivimos en una época especial en la que las actividades agrupadas tienen una importancia poco habitual para el crecimiento económico. Algunas actividades como la odontología y la producción de cemento, no se agrupan demasiado desde el punto de vista geográfico, por razones obvias. En cambio, las finanzas (Nueva York), la tecnología de la información (San Francisco y Austin) y el entretenimiento (Las Vegas y Nueva York) son las que más se agrupan. Por el motivo que sea, tiene sentido tener a muchos de los que toman las decisiones en un solo lugar.

El DATO

Pascal Wehrlein, el otro aspirante al asiento que deja libre Nico Rosberg, tendría su fichaje con Sauber cerrado. Mercedes descartó la opción de Wehrlein por la falta de experiencia, y no por su talento.

Las principales ciudades se han vuelto muy caras en parte porque dos de estos sectores agrupados: las finanzas y la tecnología de la información están en ascenso. Muchos más sectores económicos tienden a estar dispersos geográficamente (como la educación superior, el cuidado de los ancianos, la instalación de equipos para hogares inteligentes, la fractura hidráulica o ‘fracking’, los restaurantes) y, si más actividad económica toma esas formas, en alguna medida los alquileres de distintas ciudades se equipararán.

Finalmente, la inmigración limitada también restringirá el crecimiento de las ciudades productivas y de aquellas que proyectan crecer, por lo tanto, afectará sus alquileres. La dependencia por los inmigrantes también aísla a las ciudades de las tendencias políticas centrales y de ese modo limita su influencia política, algo que ya es una realidad en varios Estados de la Unión.

La importancia de las ciudades productivas y en constante crecimiento difícilmente desaparecerá. Pero tampoco tenemos por delante un futuro en el cual el costo de vida en esas ciudades aumentará sin límite.