Con el brillo de una princesa


El diseñador de las reinas ofrece consejos a las novias de Texas

Marlon Gomez | 10/27/2016, midnight
Con el brillo de una princesa

Cuando Ylianna Guerra, Miss Texas 2015, ingresaba a la St. John Neumann Catholic Church de West Lake Hills para contraer nupcias, despertó los admirados susurros de todos los invitados: se veía como una verdadera princesa. Un vestido blanco corte de sirena, con detalles en plata, larga cola y el clásico velo la hicieron lucir como una novia de ensueño.

La belleza y elegancia de Ylianna fue la clave de la sublime imagen que paseó en su boda, pero el vestido fue el complemento perfecto. El creador de esa pieza de arte fue el venezolano Gionni Straccia, conocido en el mundo de la moda por haber sido el diseñador de las reinas de belleza Dayana Mendoza, Stefania Fernández e Ivian Sarcos; también de celebridades latinas como Gabi Espino, Jessica Carrillo, Chiquinquira Delgado, María Celeste Arrarás y Catherine Siachoque.

En su visita a la capital de Texas, el diseñador latino radicado en Miami (Florida) conversó con El Mundo Newspaper sobre su trayectoria y compartió consejos útiles para que todas las mujeres luzcan como princesas el día de su boda.

– ¿Fue difícil triunfar en la industria de la moda?

– Como en cualquier talento o rama, el secreto es la perseverancia y que estés claro en tus metas. Pero hay que tener cuidado en no dedicarnos sólo a pensar a dónde queremos llegar, sino a dedicarnos también en cómo llegamos. El secreto del éxito, para todos, es hacer las cosas bien, buscar la excelencia dentro de lo que haces. Siempre supe que si buscaba la excelencia, mi trabajo hablaría por mí.

– ¿Por qué decidiste migrar a Miami?

– Siempre tuve la inquietud de crecer. Ya me conocen en Venezuela y tengo mi clientela, pero quería crecer y empecé a estudiar mis opciones. Pensé en Perú y Panamá, aunque mi sueño es realmente Nueva York. Luego pensé que en Miami ya tenía algunos clientes y supe que ahí tendría trabajo. Sólo le dije a Dios: ‘Ponme donde hay trabajo que de lo demás me ocupo yo’. Así lo estoy haciendo. Además, desde Miami tengo la posibilidad de cubrir otros mercados como Venezuela, México y Panamá.

– ¿Qué ha sido lo más difícil de emigrar?

– El idioma. No tengo tiempo para estudiar el inglés. Gracias a Dios cuento con mi pareja que habla el idioma perfectamente, pero cuando estoy solo tengo que ver cómo hacerme entender y hasta usar el traductor del teléfono.

– Tus vestidos le han dado suerte a las reinas venezolanas, ¿Cuál es tu secreto?

– (Risas). No hay ningún secreto, pero cuando hago un diseño quiero que sea un traje impecable, de buena confección, que tenga un buen entalle, que sea atractivo a la vista y que haga lucir hermosa a quien lo usará.

– ¿Aplicas esa fórmula a las novias?

– Sí, pero con los vestidos de boda también buscas que se vean como princesas. El traje de Ylianna, por ejemplo, es el traje de una princesa. Ella es hermosa, pero el vestido debe ser su complemento. Quiero que la mujer sea el centro de atención, que se robe todas las miradas y que la gente diga ‘¡wow!’