Las evaluaciones psicológicas a las que fue sometido Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán (foto) en Ciudad de Juárez revelaron la dura infancia que vivió el ahora delincuente más famoso de México.

El informe (fechado el 11 de octubre) contiene los recuerdos más felices de la cabeza del cártel de Sinaloa, su infancia en La Tuna, una pequeña población rural, junto a su abuela. “Me mandaba a por una vaca y si no la traía, con una baqueta para las vacas me daba; me decía hínquese ahí y había que hincarse, si no me iba peor”, es una de las melancólicas frases dichas por el narcotraficante.

Actualmente, según las autoridades mexicanas, el narcotraficante sufre de cefaleas, náuseas, estrés e insomnio. “Me siento mal del cerebro, se me están olvidando las cosas, no me acuerdo de la toalla para ir al baño”, le contó a su psicólogo. Para los especialistas, ésta sería una estrategia para alegar demencia, ya que estaría próximo a ser extraditado a Estados Unidos, de donde difícilmente podrá escapar y donde las condiciones carcelarias son muy estrictas. AGENCIAS