Después del ‘tour’ las familias pueden explorar los alrededores libremente. Entonces se abre la posibilidad de caminar por el famoso ‘bosque de las hadas’, en el que los pequeños corren, juegan a las escondidas o echan a volar su imaginación; los participantes también pueden visitar la ‘casa de las mariposas’ y conocer las diferentes especies de esta colorida lepidóptera; o caminar por los jardines mientras aprenden sobre plantas curativas e incluso sobre las venenosas; también se puede aprender un poco del cultivo de frutas y verduras en las pequeñas huertas del lugar.

“Me encanta el concepto de esta granja, que los niños experimenten la Naturaleza y aprendan algo distinto, algo que les dejará algo bueno en sus vidas. Nosotros hicimos el recorrido y he aprendido cosas que no sabía sobre los animales”, comenta Irma Herrera (38), quien visitaba la granja por primera vez en compañía de su esposo, su prima y su hijo de diez años.

Crowe’s Nest cuenta con un área de picnic, por lo que los visitantes pueden llevar su propia comida y descansar mientras gozan al aire libre; también pueden comprar aperitivos que están disponibles en la tienda de la granja. Al culminar el paseo, una tienda-granero ofrece recuerdos y souvenirs con una variedad de productos que le recordarán su paso por Crowe’s Nest: desde peluches con forma de animales, hasta frascos con miel y mermeladas de distintos sabores, entre otras curiosidades.

Si la vida en la granja era una experiencia que suponías fuera de tu alcance, Crowe’s Nest y sus animales te abren las puertas de su lugar y te invitan a vivir una experiencia gratificante y única, una experiencia que te hará respetar y valorar la vida animal.