√ El empaque y la forma es todo para ellos, sé creativa. Con simples formas y colores se animarán a probarlo y comerlo.

√ Siempre incluye fruta y verduras variadas; de esta forma se irán acostumbrando a verlas y las asociarán con un platillo completo.

√ Procura que tome agua natural, pero si la quiere con sabor, entonces puedes mandarle aguas hechas en casa. Agua de limón, naranja, piña, mango, melón, sandía, entre otros; y puedes endulzarlas con azúcar morena o miel de abeja.

√ Evita, en la medida posible, alimentos altamente procesados. Estos están llenos de azúcar, colorantes, conservadores, sodio y químicos que no aportan nada a su salud. No es extraño ver que mientras más se consumen los alimentos altamente procesados por la población infantil, más se diagnostican niños con condiciones como déficit de atención e hiperactividad.

√ No trates como premio a la ‘comida chatarra’.

• Permite que participen en la preparación de sus ‘snacks’, alimentos, lonches, etcétera. Así lo valorarán más.
  

√ De acuerdo a muchos estudios, es recomendable disminuir el consumo diario de proteína animal a una vez al día. Recuerda que la proteína vegetal es igual de saludable pero con mucho más beneficios como ácidos grasos, fibra, vitaminas y minerales, mismos que son carentes en la proteína animal.

√ La alimentación de los niños no es cuestión de practicidad. Su alimentación es cuestión de tomar nuestro rol de proveedores de salud (como papas) y responsables por lo que nuestros hijos conocen como alimento.

√ La comida hecha en casa es la más rica. Podrás usar mejores ingredientes que en cualquier restaurante.