Hoy en día existe la impresión de que han aumentado los casos de niños que nacen prematuros y la realidad es que sí se ha incrementado la cantidad de niños que nacen antes de las 37 semanas de embarazo, pero el porcentaje sigue estando por debajo del 10%.

Al hablar en cifras, parecen demasiados: De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, 15 millones de niños nacen prematuros cada año en el mundo entero. Un millón de ellos muere por complicaciones en el parto.

De hecho, el nacimiento prematuro es la principal causa de mortalidad entre los recién nacidos y la segunda causa de muerte en niños menores de 5 años, después de la neumonía. Pero además, quienes sobreviven corren riesgos de sufrir discapacidades, problemas de aprendizaje, problemas visuales o auditivos.

Son varios

Existen diferentes tipos de partos prematuros. El primero de ellos es el ‘Prematuro Tardío’, que comprende aquellos casos de nacidos entre las 32 y 37 semanas, que representan el 84% del total de nacimientos prematuros o, lo que es lo mismo, 12.5 millones. La mayoría sobrevive.

Son considerados ‘Muy Prematuros’ aquellos nacidos entre las 28 y 32 semanas. Estos bebés requieren atención de apoyo adicional. La mayoría sobrevive. Por último, los ‘Extremadamente Prematuros’ son quienes nacen antes de las 28 semanas. Estos recién nacidos requieren la atención más intensiva y costosa para sobrevivir. En los países desarrollados, estos bebés tienen un 90% de posibilidades de supervivencia, mientras en países de bajos ingresos sólo el 10% sobrevive.

Pero además, hay otro tipo de casos y son los inducidos. El doctor José Cordero, miembro de la organización March of Dimes, que se dedica a promover partos y nacimientos sanos por medio de educación y programas de investigación, explica que se presentan casos en los que la madre, al alcanzar las 36 semanas, pide que el parto se induzca. Hace unos años atrás era más común la práctica de estos procedimientos, pero representan un riesgo para el niño, por lo que se inició un programa que pide a los especialistas no acceder a tales solicitudes. “Un embarazo debe durar de 39 a 40 semanas, no 36 como muchos creen por un problema de aritmética (se cree que 9 meses equivale a esa cantidad de semanas). A 36 semanas es muy temprano para inducir un parto”, enfatiza. Cordero agrega que sólo en casos con razones médicas (como preclampsia, eclampsia o placenta previa) se aconseja la inducción de un parto antes de las 39 semanas.