¡No fue mi culpa!

En esa historia, el reporte del accidente dejaba claro que a José le habían chocado, pero en el caso de María la situación era mucho más compleja: ella chocó por detrás, sin embargo no fue su culpa.

María transitaba pasada la medianoche en una avenida oscura con tráfico en ambos sentidos. Ella vio un carro delante de ella que parecía ir en movimiento. Sin embargo, el carro frente a ella estaba detenido completamente (sin luces intermitentes encendidas) mientras el conductor discutía con otro chofer.

Al darse cuenta de que el carro no se movía, María intentó frenar pero fue imposible evitar el choque.

“Las aseguradoras de los tres vehículos se negaban a pagar; las compañías que representaban a los otros dos conductores aseguraban que María era la responsable, a pesar de que el informe policial establecía la negligencia de los otros conductores. Al término de una ardua pelea representando los intereses de nuestra cliente, ambas compañías tuvieron que compensarla”.

¿Y si no tengo papeles?

Algunas personas huyen de un choque, aún siendo víctimas, porque no tienen estatus migratorio, pero esa no es la mejor opción. Si usted está en un choque, espere a la policía. “Si el oficial le pregunta por su licencia de conducir o su seguro de auto y usted dice que no tiene, probablemente le pondrá una multa, pero no le preguntará si usted tiene ‘papeles’. Quedarse en la escena del choque le permitirá llenar un informe y poder exigir justicia”, dice Flores.

Además, resalta que no ser ciudadano o residente no es impedimento para ir a un juicio. De hecho, esa información no se comparte con el jurado.

“Que usted cumplió las leyes de tránsito y la negligencia fue de la otra persona, eso es todo lo que el jurado debe saber. Si se llegase a conocer que usted no tiene documentos, el jurado debe disolverse y comenzar un nuevo juicio con diferentes jurados. Esa información es confidencial y sensible por lo tanto, debe permanecer privada. El sistema legal está diseñado para proteger a las víctimas”.