¿El ocaso de las mafias?


Los golpes a los criminales están provocando la muerte lenta de estas y una metamorfosis del delito en México

Angela M. Angulo | 3/12/2015, midnight
¿El ocaso  de las mafias?
LA CAÍDA DE LOS CAPOS. La mayor parte de los cabecillas del narcotráfico mexicano más buscados están muertos o en la cárcel. |

Cuando en el 2013 fue capturado por las autoridades Miguel Ángel Treviño Morales, el ‘Z-40’, la organización criminal Los Zetas empezó el camino de la debacle, especialmente cuando sicarios de Veracruz y Tamaulipas se liaron en guerras internas por la hegemonía del grupo. Estas luchas internas rompieron en pedazos a Los Zetas y de esa fragmentación ‘nacieron’, al menos, nueves bandas. La semana que pasó fue detenido el ‘narco’ conocido como ‘Z-42’. Su nombre es Omar Treviño Morales y su captura marcaría el inicio de la desaparición definitiva de Los Zetas, tal como se los conoce. Esta sentencia no es exagerada si tenemos en cuenta que aquellos militares desertores que fundaron el grupo en los noventas están muertos o en la cárcel. Y –felizmente– no hay cabecillas que sean capaces de unir a los grupúsculos remanentes.

Decir que Los Zetas están en declive no significa que la violencia decrecerá. Por el contrario. El ‘estilo’ bárbaro con el que operaron Los Zetas será el sello de las nuevas agrupaciones herederas de aquellos métodos que conmocionaron a México y al mundo: masacres masivas; extorsión; decapitaciones; desollar a los enemigos; tráfico de drogas y de inmigrantes; secuestro y sicariato indiscriminado. Estas acciones ya se utilizaron con ‘éxito’ y no habría motivos para cambiar.

EL DATO:

La captura el año pasado de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán es el mayor logro de la estrategia anticrimen del gobierno de Enrique Peña Nieto.

De los ‘122 objetivos prioritarios’ de la Administración del presidente Enrique Peña Nieto, 90 han sido detenidos o están muertos. Casi todos los grandes cárteles de la década pasada han sufrido duros golpes en la presente gestión presidencial. Y justamente por eso han nacido otras agrupaciones: el cártel de Jalisco Nueva Generación, los Guerreros Unidos y los Viagras, entre otros. La mayor parte de estos cárteles pequeños están formados por gente joven con poca experiencia, lo cual hace que sean menos profesionales y en muchos casos más violentos, ya que básicamente eran sicarios de organizaciones criminales grandes. Algo más: son convenientemente desconocidos para las autoridades.

Finalmente, una atingencia: A diferencia de sus enemigos, el cártel de Sinaloa no ha sufrido merma en su poder, por el contrario, la banda de ‘El Chapo’ está más poderosa que nunca. Su ‘secreto’, no ejercer violencia contra la población. Nada de extorsiones ni secuestros. El cártel de Sinaloa tiene varias células con reglas claras para operar. Al caer ‘El Chapo’, todo indica que su círculo más cercano ha tomado el control. Sus células siguen operando como lo hacían antes. Y la clave de que no se haya fragmentado es que este cártel sólo se dedica al tráfico de drogas.