En este contexto, además de lo que podría pasar a la sala de juntas, es difícil ver por qué GM vería cualquier ganancia de unirse con FCA. Incluso conseguir Jeep es cuestionable, porque GM tiene sus propias Pick ups y SUV's también.

Y mientras un carismático CEO como Sergio Marchionne (algo parecido a un Lee Iacocca), todavía puede girar la llave en la ignición y poner el pie en el acelerador, no le gustaría tener a nadie por encima de el.

Marchionne ha estado en todo en los últimos tiempos. El año pasado, él depuso del que fue durante mucho tiempo el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, y se puso a cargo de la marca, y esta esperando ofertarla a través de una oferta pública inicial a finales de este año.

Se espera que el 2016 será testigo del anuncio de que Ferrari está construyendo, un SUV de lujo y el aumento gradual de la producción de 10.000 vehículos al año desde los actuales 7.000. Algo que enardecerá a los amantes de la marca de Turin.

Chrysler fue dejado por muerto después de la crisis financiera, pero el gobierno decidió dejarlo vivo y descargar todo el problema de Marchionne, para convencer a la administración de Obama en prestarle $ 6.000.000.000 hacer el trato sucediera.

El problema ahora es que la industria está en auge y la presión está en Marchionne para reforzar los márgenes de la FCA, porque las ventas no se están convirtiendo en grandes beneficios.