Según un informe conjunto de las organizaciones civiles American Civil Liberties Union of Texas (UCLA Texas) y el Texas Civil Right Project (TCRP), los hispanos están desproporcionadamente representados entre los reos que son puestos en condición de ‘confinamiento solitario’ en el sistema carcelario de Texas, conformando más de la mitad a pesar de que son un tercio del total de la población presidiaria en este estado.

Típicamente, estos reos viven durante años en pequeñas celdas, sin entrada de luz natural y sin contacto con otros individuos. Reciben la comida a través de una ventanilla y puede permitírseles salir sólo hasta por dos horas diarias para ejercitarse en celdas solitarias en espacios exteriores. El método por el cual ciertos presidiarios son puestos bajo un régimen de total aislamiento del resto de los reos durante toda o parte de la duración de sus sentencias es empleado desproporcionadamente por el Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ) a un alto costo para los contribuyentes de impuestos y para la sociedad.

La severidad del ‘confinamiento solitario’ tiene consecuencias irreversibles ya que ocasionan daño mental, el cual se comprueba cuando los presos son puestos en libertad después de largos períodos de encarcelamiento, sin que puedan acoplarse a las comunidades en las que deciden vivir. AGENCIAS