Mensajes de texto amenazantes


El nuevo método para cometer fraude contra los inmigrantes llega a través del teléfono

4/30/2015, midnight
Mensajes de texto amenazantes

El crimen no descansa. Conforme avanza la tecnología, también se actualiza la manera de proceder de los criminales. Para muchas personas el teléfono celular se ha convertido en una extensión de su vida diaria. Hay quienes que aseguran sentirse incompletos si por alguna razón olvidan el aparato en casa o la oficina. Pero lo que socialmente puede ser una ventaja en comunicación, se ha convertido en una herramienta para los delincuentes de este país.

EL DATO:

Cientos de familias inmigrantes e indocumentados que viven en Estados Unidos son víctimas de extorsiones telefónicas. Las llamadas amenazan con dañar a algún familiar desaparecido en la frontera o en el país de origen de la persona que contesta el teléfono. Los indocumentados que son víctimas de esta modalidad de extorsión tienen miedo de denunciar el ilícito por temor a ser arrestados y deportados de este país debido a su situación legal.

Las estafas telefónicas que tienen como objetivo a los indocumentados, amenazándolos con reportarlos con agentes migratorios si no les dan dinero no son nuevas, pero el uso de mensajes de texto dirigidos a personas específicas ha desconcertado a las autoridades de este país. En la mayoría de los casos los defraudadores piden información personal (números de seguro social, de pasaporte), identifican falsos problemas en registros de inmigración y piden un pago a cambio de corregir los registros.

Los delincuentes se hacen pasar por abogados de inmigración, oficiales de migración, del IRS o de compañías que trabajan para el Gobierno Federal y aseguran que tienen sus documentos personales y no se los entregarán hasta que reciban una determinada cantidad de dinero.

USCIS no le llamará por teléfono para pedirle algún tipo de pago. Las autoridades recomiendan que la comunidad ponga de su parte para erradicar este problema, denunciando cualquier acto sospechoso a la policía, sin importar su estatus migratorio. Grabe lo que le dicen. Publíquelo en las redes sociales. No tema: DENÚNCIE el hecho.