La violencia con armas de fuego está ligada a la violencia de género: una mujer muere diariamente en este país a manos de sus parejas mientras que, en uno de cada tres tiroteos masivos en espacios públicos, el perpetrador tuvo antecedentes de violencia contra las mujeres, de acuerdo con un estudio de la Young Women’s Christian Association (YWCA).

Por ello, al menos 8 de cada 10 mujeres hispanas a nivel nacional y más de la mitad de todas las mujeres en Texas encuestadas por esta organización el año pasado están preocupadas por la violencia armada y los tiroteos masivos, por lo que desean que el Congreso legisle para resolver estos asuntos.

Margaret Mitchell, directora general de YWCA USA, envió en diciembre pasado una carta a Sheila Jackson Lee y Andy Biggs, presidenta e integrante, respectivamente, del Subcomité sobre Crimen, Terrorismo y Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes para pedir al Congreso que actúe inmediatamente a favor de una legislación de control integral de las armas.

En declaraciones a El Mundo Newspaper, Mitchell destacó que, gracias a los diferentes servicios que proveen para atender la violencia doméstica y sexual que sufren más de 500,000 mujeres, niños y familias, es muy obvio cómo la violencia con armas de fuego afecta todos los aspectos de la vida de las personas.

“Con las asociaciones locales de YWCA dando servicios de seguridad a sobrevivientes y comunidades a lo largo del país, incluyendo al Estado de Texas, sabemos que atender la violencia de género es una prioridad compartida por distintos partidos políticos. Confiamos en que concientizando que existe una conexión entre la violencia armada y la violencia de género podremos avanzar hacia limitaciones de sentido común a las armas de fuego que aseguren la seguridad de las familias y de nuestras comunidades”, dice Mitchell.

YWCA ha elaborado políticas para prevenir la violencia derivada del uso de armas de fuego, proponiendo mantenerlas alejadas de quienes hayan cometido violencia doméstica, abuso sexual, acoso o que hayan ejercido violencia contra otras personas; eliminar el acceso de las armas de asalto y de alta capacidad de fuego; proteger a los estudiantes mientras se crean y mantienen escuelas seguras e inclusivas con igual oportunidad de educación para todo el alumnado; y reforzar los métodos para detectar a las personas que representan un riesgo significativo para los demás y quitarle las armas de fuego.

A lo largo de Texas, YWCA provee servicios con perspectiva de género tanto para prevenir la violencia como para apoyar a quienes la han experimentado. Por ejemplo, a través del Programa de Prevención de la Violencia en el Noviazgo Adolescente de YWCA San Antonio, entrenan a personas educadoras, consejeras y administradoras para fomentar conciencia y proveer educación para el cambio de aproximadamente 10,000 adolescentes de 12 a 18 años en secundaria y preparatoria; apoyan a maestros a implementar estos contenidos en clases; y realizan eventos educativos comunitarios para padres y madres de familia, así como para miembros de la comunidad.

Mitchell concluye que tres de cada cuatro mujeres a nivel nacional reportaron tener altos niveles de ansiedad relacionados a los tiroteos masivos y al uso de armas de fuego, lo que considera una indicación clara de que el Congreso debe actuar con rapidez.

EL DATO

En 2022 hubo al menos 152 incidentes con armas de fuego en terrenos escolares a nivel nacional, que resultaron en 50 muertes y 122 heridos. En más de la mitad (54%) de estos tiroteos masivos, que ocurren en casa, los asesinos también mataron a sus parejas o a otros miembros de su familia. En promedio, cada mes, 50 mujeres en el país fueron asesinadas con armas de fuego por sus parejas, y muchas más fueron heridas.