Los inmigrantes tienen restricciones para el libre consumo de marihuana. Una vez que son naturalizados, los inmigrantes podrían consumirla, pero hay dos salvedades que los abogados migratorios en Texas destacan: la posesión de la sustancia es delito en Texas y provoca la inmediata revocación de beneficios.

Sin embargo, los inmigrantes que tienen mayor riesgo si la consumen son quienes buscan la Residencia Legal Permanente (green card) o aquellos que están en proceso de obtener la ciudadanía ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). Quienes patrocinan a esos inmigrantes también deben evitar el consumo de marihuana, incluidos ciudadanos naturalizados.

Esto puede aplicar incluso si la posesión y/o el consumo de la marihuana nunca resultaron en cargos penales o en condenas de cárcel. La razón es que la marihuana se considera un narcótico de la Lista I, lo que significa que tiene un alto potencial de abuso.

La ley de Texas es rigurosa en el tema de la marihuana: ser arrestado con posesión de menos de 2 oz. es delito menor Clase B, con una probable pena de 180 días de cárcel y una multa de 2,000 dólares. De 2 a 4 oz. se considera delito menor de Clase A. Si la persona es detenida con 4 oz. a 5 libras de marihuana, habrá cometido una felonía y afrontará una pena de cárcel. De 5 lbs. a 50 lbs. es un delito grave de tercer grado. Si a una persona se le arresta con 50 lbs. a 2,000 lbs., habrá cometido una felonía de segundo grado. Si la persona fue intervenida con más de 2,000 lbs., afrontará una pena de cárcel variable: de 5 a 99 años, o cadena perpetua, más una multa de 50 mil dólares.