Un duro revés sufrió en el Senado de la Unión el proyecto de reforma migratoria que pretendía fortalecer el apoyo financiero a Ucrania además de reforzar la frontera sur, pese a las negociaciones previas existentes entre Republicanos y Demócratas. El ansiado proyecto del Presidente Biden, que también buscaba la obtención de fondos para destinarlos al apoyo de Ucrania, Israel y Taiwán, fracasó.

El proyecto de ley contemplaba una serie de normas sumamente severas contra los inmigrantes indocumentados entre las que destacaban reforzar la seguridad en las fronteras –a través de la contratación de agentes– así como la mejora del sistema de vigilancia en la zona. El proyecto también estuvo enfocado en limitar las solicitudes de ‘parole humanitario’ y estipulaba el desembolso de 1,400 millones de dólares para casas-refugios.

El paquete legislativo completo tenía un total de 118,200 millones de dólares en fondos. De ese dinero, más de 60,000 millones iban a ser destinados a la ayuda militar a Ucrania; 14,000 millones iban al apoyo bélico a Israel; y 4,800 millones para Taiwan. Además, 10,000 millones iban a ser canalizados a la ayuda humanitaria en Ucrania, Israel y Gaza. El acuerdo también daría un apoyo financiero de 20,000 millones para reforzar la seguridad en la frontera sur.

Sobre el tema, el abogado experto en inmigración, Héctor Quiroga, CEO de Quiroga Law Office, aseguró: “Desde el inicio, la supervivencia del proyecto de ley parecía incierta, con fuerzas políticas variadas listas para desafiar sus disposiciones, como pasó. Este momento de reflexión subraya la necesidad de una comprensión matizada del potencial impacto del proyecto de ley en el tejido de la política de inmigración y en la sociedad en general”.

Quiroga también detalló sobre la propuesta bipartidista: “Me encuentro profundizando en el texto para comprender la visión más amplia que presentaba para la reforma migratoria. Esta legislación, rica tanto en promesas como en complejidad, buscaba recalibrar cómo abordamos la inmigración, tocando valores de seguridad, compasión y pragmatismo”.

Se espera que la propuesta sea presentada nuevamente, pero en esta oportunidad sin el componente de apoyo financiero a los asuntos de inmigración.