Viven para servir


Son activistas voluntarias, pero su trabajo, altruismo y dedicación no son valorados ni aprovechados por quienes más lo necesitan

4/30/2015, midnight
Viven para servir

En la mayoría de sociedades democráticas del mundo, los activistas voluntarios contribuyen al desarrollo social de las comunidades que habitan. Y es a través de sus acciones que cientos o miles de personas sin recursos suficientes pueden cumplir satisfactoriamente con determinados objetivos.

Respecto de la importancia del trabajo voluntario, del déficit de valoración que se le da a su vital aporte social y de la indiferencia de la comunidad hispana de la capital de Texas respecto de su valía, hablamos con Maricela Galván, Cecilia Dennis y Margarita Verde Campos, activistas voluntarias que no cesan en sus esfuerzos por compartir aquello que las impulsa: las ganas de salir adelante, la necesaria solidaridad que nos hará fuertes como comunidad y el aprecio por los recursos informativos, educativos y hasta económicos que están disponibles para quienes más lo necesitan.

Las tareas que realizan las tres damas que entrevistamos son muy diversas, pero se centran en acciones que orientan a las personas en medio de dificultades para acceder a información útil en tópicos como la inmigración, la educación (en sus diversos niveles) y hasta en temas de salud, valiéndose de las redes sociales para difundir su mensaje sensibilizador y apoyándose en éstas y en la colaboración de empresas y grupos organizados y de otros voluntarios para luchar contra la discriminación por origen, sexo, edad o condición legal. Aquí su valioso testimonio.

¿Cuál es el enfoque de su activismo: político o social?

Maricela: Mi enfoque es que la gente sepa sus derechos, muchos no los conocen por el temor de ser indocumentados.

Cecilia: Social.

Margarita: Creo que va de la mano, no se puede separar uno del otro.

Solidaridad, oportunidad laboral o simple distracción.

¿Qué te impulsa como activista voluntaria?

Maricela: Solidaridad.

Cecilia: Mi objetivo es ayudar a la comunidad latina con información para que puedan tener un modo de vida diferente, aprovechando las oportunidades que tenemos en este país.

Margarita: Definitivamente la solidaridad. Me frustan las injusticias, la que sea.

¿De dónde salen los recursos económicos que utilizan en sus clínicas o charlas?

Maricela: No recibimos dinero de ningún lado pero nos ayudan organizaciones como Educación Austin, facilitándonos copias o el material que necesitemos.

Cecilia: Normalmente tenemos muchas personas que nos ayudan económicamente –como empresarios, organizaciones, bancos, tiendas, la televisión, la radio y los periódicos– cuando tenemos algún evento; incluso hay abogados (Thomas Esparza, Tom Parson, entre otros) que nos ayudan siempre donando su tiempo y hasta dinero para los boletos cuando necesitamos hacer viajes en avión.

Margarita: La mayoría de clínicas a las que yo he asistido son gratis. Nunca pregunto de donde viene (el dinero) pero sé que la Coalisión de los Derechos de los Inmigrantes recibe donaciones de algunas empresas.

Clínicas de salud, oportunidades laborales, ferias, expos con distintas temáticas, festivales con información vital en temas tan diversos como inmigración, seguro social, vacunas, salud general, regreso a la escuela, todo gratis y a cargo de profesionales… pero la gente no llega.

¿No es un desperdicio ofrecer todo esto a quienes lo necesitan pero no lo valoran?

Maricela: Sí, es un desperdicio, pero la gente no va por distintas razones, muchas veces es por miedo, por falta de información o simplemente porque no quieren participar y no quieren comprometerse.

Cecilia: No lo valoran. La gente es muy negligente, muy irresponsable, muy apagada. La gente no responde, como que no le interesa la problemática que hay en la comunidad. Son temas muy importantes para ellos, y no por es ignorancia que no participan, porque la gente no es ignorante, sino que simplemente no le ponen atención a las cosas que los benefician.

Margarita; Somos una comunidad demasiado apática. Desgraciadamente venimos de pueblos o ciudades donde no es fácil que se den estas clínicas, es muy raro allá; por eso la gente prefiere ir al baile o ver fútbol que estar realmente conectados con lo que les hace falta. Pero si dicen que hay comida gratis sí llegan (risas).

Los medios de comunicación hispanos ¿apoyan las charlas, foros o las clínicas de información?

Maricela: Sí, ayudan bastante.

Cecilia: Sí, definitivamente.

Margarita: Algunos.

¿Cómo se podría cambiar la mentalidad de nuestra comunidad para hacer que respondan con su presencia masiva en todos los eventos gratuitos que promueven las activistas voluntarias como ustedes?

Maricela: Creo que informándoles más sobre cuáles son las consecuencias de no asistir a estos eventos. Muchas veces tienen que pagar a las clínicas de salud o por servicios de inmigración cuando nosotros lo hacemos gratis.

Cecilia: Poniendo énfasis en la informacion en todos los niveles: televisión, radio, periódico.

Margarita: Tengo años en esto del activismo y no he podido lograr descifrar esa apatía. Es muy triste.

¿Crees que a la comunidad hispana le falta madurez y compromiso cuando se trata de temas sociales?

Maricela: Pienso que si. Falta un poquito de madurez. A veces llegan a nosotros con procesos de deportación y ya es muy tarde para darles opciones.

Cecilia: Lamentablemente no todos se involucran n.

Margarita: Si, definitivamente.

Se habla mucho de las consecuencias de ‘un día sin mexicanos’ para este país. ¿Qué pasaría si un día nos quedamos sin voluntarios?

Maricela: Creo que afectaría muchisimo. Un día sin voluntarias y la gente se daría cuenta del trabajo que estamos haciendo.

Cecilia: Yo creo que no llegaríamos a nada importante, no podríamos defender nuestras causas y todo quedaría igual o peor (Risas).

Margarita: Se formaría un verdadero caos.

¿Son conscientes de que ser activistas voluntarias es, hasta cierto punto, ingrato?

Maricela: Si, pero no estoy aquí para que me lo agradezcan, yo quiero hacerlo.

Cecilia: Ingrato no porque pienso que cualquier persona que es activista y que tiene logros siente una satisfacción personal.

Margarita: Creo que sí, pero yo no hago esto para que me valoren a mí, no me interesa que me reconozcan, pero sí me duele que nadie haga nada ante cualquier tipo de injusticia.

¿Se identifican con algún partido político?

Maricela: No, todos tienen sus cosas buenas y cosas malas. (Risas).

Cecilia: Demócrata.

Margarita: No.

Un gobierno Republicano haría casi imposible que los ‘dreamers’ gocen de los actuales beneficios. ¿Cuál sería la opción de estas personas si les quitan su condición legal para vivir, estudiar y trabajar en este país?

Maricela: Sería muy difícil que regresen a sus países. Pienso que les afectaría mucho no poder aportar mas a este país.

Cecilia: Lamentablemente los que ya tienen una carrera profesional se frustarían al no poder ejercer su profesión, se deprimirían, ya que no serían ni de aquí ni de allá. Si no se pudieron desarrollar aquí ¡menos allá!

Margarita: Sería una verdadera catástrofe, sería como cortarles las manos, la cabeza. Creo que recién entonces mucha gente apática saldría a reclamar.

Dar es lo mejor que puede existir en el mundo, es una alegría inmensa. Ayudar a otras personas y ‘contagiarlas’ para que hagan lo mismo es muy satisfactorio.

En las redes sociales se difunde mucha información sobre marchas, manifestaciones, paros, huelgas y demás que sucede en México, lo cual no nos afecta directamente a quienes vivimos, trabajamos y reportamos nuestros impuestos aquí. ¿Deberíamos enfocarnos en formar un bloque sólido de difusión de eventos sociales locales que realmente nos conciernen?

Maricela: Los mexicanos no podemos olvidarnos de lo que sucede en México porque son cosas que también nos afectan y al manifestarnos aquí estamos apoyando a la gente que pide cambios allá.

Cecilia: A las cosas que están pasando en México debemos darle un enfoque amplio, difundir nuestra inconformidad y como nos duele la situación. Tal vez lo que sucede allá no nos afecta aquí pero nuestra idiosincrasia nos une para luchar por nuestro país.

Margarita: Tengo muchos años viviendo en Austin pero tengo familiares en México y por eso todo lo que pase allá a mí me concierne y todo lo malo que ha pasado recientemente me afecta… lo de los 43 estudiantes… no debería pasar. (Se emociona) Las redes sociales han sido importantes para un cambio significativo y para que más gente despierte. Lo importante es seguir denuciando lo que pasa allá hasta quedarnos sin voz.

La comunidad afroamericana logró muchos beneficios civiles e igualdad de derechos manifestándose pacíficamente. Los muertos, entre sus activistas, se dieron por las represiones de las fuerzas policiales, pero siempre venciendo el temor a las consecuencias. ¿Por qué creen que la comunidad indocumentada no lucha las peleas civiles que deberían pelear?

Maricela: Quizás porque en realidad no somos unidos; quizás por falta de educación o por falta de conciencia de que la situación nos afecta a todos. Y también por miedo, porque muchos temen salir y decir que son indocumentados porque piensan que les pasará algo si lo hacen.

Cecilia: Por miedo y por negligencia. Pero la unión hace la fuerza, como lo demostró el movimiento del doctor Martin Luther King, donde nadie dijo no, todos ellos contribuyeron porque era la lucha por sus derechos civiles y lo consiguieron. En cambio aquí la gente es negativa, negligente, no se involucra al ciento por ciento. El día que seamos una comunidad fuerte podríamos lograr mejores cosas.

Margarita: Por falta de información y también porque hay una gran desunión aunque siempre nos han dicho que los mexicanos somos solidarios, pero yo he visto que en realidad no somos esa comunidad solidaria. Los hispanos no sentimos la necesidad de unirnos.

Los activistas voluntarios que luchan en Austin por la legalización de los indocumentados son mayormente mujeres.
¿Los hombres no se involucran como deberían?

Maricela: La mayoría están dedicados al trabajo y creo que eso les absorve mucho tiempo y la oportunidad de apoyar.

Cecilia: Muy pocos, pero pienso que las mujeres somos más apasionadas y mas tenaces; siento que cuando peleamos por algo seguimos hasta lograrlo. Hay muy pocos hombres voluntarios, somos más las mujeres.

Margarita: Las mujeres somos las que salimos adelante siempre. He llegado a sentir que las organizaciones prefieren activistas voluntarias mujeres porque nosotras impulsamos a otras mujeres y eso beneficia a la causa. En las mujeres está el cambio de la sociedad.

Cecilia Dennis tiene 12 años como integrante de la organización University Leadership Initiative (ULI); Margarita Verde Campos es activista de la Coalicion de los Derechos del Imigrante desde hace 9 años y Maricela Galván tiene 7 años en ULI.

Esta ‘era de la celebridad’ en que vivimos y en la que todos quieren sentirse importantes e inmortales ¿Nos ha vuelto indiferentes ante el trabajo voluntario?

Maricela: Algunas personas sí, otras no, depende por lo que hayan pasado, pero deberíamos enfocarnos más en las necesidades de los demás.

Cecilia: Las personas tienen ego y cada quien se enfoca en sus intereses, pero aquellos que luchan sólo por su propio beneficio son banales porque no se preocupan por la comunidad ni por los intereses comunes.

Margarita: Creo que hay cosas muy negativas que pasan a nuestro alrededor que nos han alejado de lo que realmente importa, ahora nos preocupamos mas por estar bonitas, traer la mejor bolsa, las mejores ropas.

Despidamos esta entrevista con un mensaje positivo para aquellas personas que ya son activistas voluntarias o para quienes están pensando en invertir su tiempo en ayudar al prójimo.

Maricela: No se den por vencidos, luchen siempre por los objetivos que tienen trazados y piensen no solo en su persona, pero también en los demás. Únanse a la lucha para que vivamos mejor en este pais.

Cecilia: Es una satisfacción muy grande lograr metas a favor de nuestra comunidad. Nuestro aporte más valioso es la voluntad y el tiempo que entregamos a favor de los demás. El que no vive para servir, no sirve para vivir.

Margarita: Dar es lo mejor que puede existir en el mundo, es una alegría inmensa. Ayudar a otras personas y ‘contagiarlas’ para que hagan lo mismo es muy satisfactorio.

El número de voluntarios hispanos que participan en diversas causas sociales en todo el Centro de Texas es muy pequeño si consideramos las necesidades de nuestra comunidad. He ahí el valor de aquellas personas que dedican su tiempo al activismo voluntario, ya que uno de los máximos propósitos de toda persona que dedica su tiempo y energía a impulsar causas sociales es la difusión de información útil para determinadas personas o grupos específicos dentro de nuestra sociedad. Está en nosotros sacarle provecho a su incansable labor.

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