El gobernador Greg Abbott emitió una orden ejecutiva que exige a los hospitales públicos de Texas recopilar información sobre los inmigrantes indocumentados que reciben atención médica, incluyendo el costo de dicha atención, con el objetivo de que el gobierno federal cubra esos gastos. En un comunicado, Abbott explicó que tomó esta medida debido a lo que denominó como las “políticas de frontera abierta” del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Abbott afirmó que el estado luchará para que el gobierno federal pague los costos médicos asociados con el tratamiento de inmigrantes indocumentados. La Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas (HHSC, por sus siglas en inglés) instruirá a los hospitales y otros proveedores identificados a recopilar información sobre el costo de la atención médica brindada a inmigrantes indocumentados, a partir del 1 de noviembre. También se les indicará a los hospitales que envíen estos datos a la HHSC trimestralmente, con los primeros informes programados para el 1 de marzo de 2025. Además, los hospitales deberán informar a los pacientes que, por ley federal, cualquier respuesta a estas preguntas no afectará la atención que reciban. A partir del 1 de enero de 2026, la HHSC informará anualmente al gobernador, al vicegobernador y al presidente de la Cámara de Representantes sobre los costos del año anterior relacionados con la atención médica proporcionada a inmigrantes indocumentados. La orden se aplica a los hospitales inscritos en Medicaid o en el Programa de Seguro Médico para Niños, así como a cualquier otro identificado por la HHSC.