La administración Biden suspendió temporalmente la expedición de permisos a migrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos para entrar a Estados Unidos y permanecer aquí por hasta dos años mientras revisa los antecedentes de los patrocinadores financieros. El departamento precisó que no ha detectado algún peligro para la seguridad del país o la seguridad pública entre los beneficiarios de los cuatro países, sino entre sus patrocinadores.

Los beneficiarios son “investigados y filtrados minuciosamente antes de su llegada a Estados Unidos”, dijo en una declaración, y prometió “reanudar el procesamiento de solicitudes lo más pronto posible, con las debidas salvaguardias”.

El DHS no dijo cuándo fue suspendido el procesamiento, pero la noticia trascendió después de que Federation for American Immigration Reform (FAIR), una organización que aboga por restringir la inmigración citó un informe interno del DHS que plantea un posible fraude. Pero FAIR dijo que la investigación interna encontró, entre otras cosas, que 3,218 patrocinadores fueron responsables de más de 100,000 solicitudes, y que 24 de los principales 1,000 números de Seguro Social usados por patrocinadores pertenecían a personas ya fallecidas. Implementado para los venezolanos en octubre de 2022 y para las otras tres nacionalidades en enero de 2023, el programa está concebido para países que envían grandes cantidades de migrantes a Estados Unidos y que en general se niegan a aceptar a aquellos que son deportados. Más de 194 mil haitianos, 110 mil venezolanos, 104 mil cubanos y 86 mil nicaragüenses se beneficiaron del programa hasta junio, de acuerdo con Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Las personas que están en Estados Unidos bajo el permiso de permanencia no deberían sorprenderse si reciben una notificación de DHS de que se les retira el permiso y se inicia su proceso de remoción.