Estados Unidos registró en agosto pasado la mayor cifra de detenciones de migrantes en la frontera con México en lo que va del año: 232,972 personas, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Y como van las cosas en septiembre, la cifra no disminuirá: en lo que va del mes, el número de cruces fronterizos ha llegado a las cifras anteriores a la expiración del Título 42 en mayo pasado, con 8,000 detenciones en un día.

Por ese motivo, los gobiernos federales de Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo de quince puntos para frenar el enorme flujo migratorio.

El nuevo convenio –pactado por el Instituto Nacional de Migraciones (INM) de México, la empresa ferroviaria Ferromex y la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (CBP)– busca quitarle presión a la frontera común; para ese fin, el gobierno mexicano se ha comprometido a evitar el paso de indocumentados por su territorio, especialmente a través del uso de trenes.

Todas las personas que hayan llegado de manera irregular a Estados Unidos y no tengan sustento legal para quedarse en el país serán derivados por la Patrulla Fronteriza a las autoridades mexicanas por el Puente Internacional que separa a Ciudad Juárez y El Paso (Texas). El gobierno mexicano tendrá que hacer efectivo el retorno de los migrantes a sus países tras realizar las gestiones con los gobiernos de Venezuela, Brasil, Nicaragua, Colombia y Cuba para que reciban a sus connacionales.

Además de enviarlos a sus países de origen, México se comprometió a tomar medidas para disuadir a los migrantes de hacer el viaje a través del continente para buscar asilo en Estados Unidos.

EL DATO

El Departamento de Seguridad Nacional enviará 800 soldados más a la frontera sur, donde ya están destacados 2,500 miembros de la Guardia Nacional.