Iniciaron haciendo casas para perros y gatos; luego crearon su marca de ropa y accesorios para mascotas y más recientemente elaboraron bocadillos para perros. Detrás de estos emprendimientos está la dedicación hacia el bienestar de los animales que han tenido Mel Yanez y Eric Reyes, fundadores de Dejando Huella y de Xolo Sarapes.

En conversación con El Mundo Newspaper, los socios de origen mexicano relataron que en 2015 crearon la organización Dejando Huella, tras comenzar a elaborar casitas para mascotas a partir de aprovechar los materiales sobrantes de la construcción de viviendas.

Luego de iniciar solo los dos, convocaron a voluntarios para crear más casas para mascotas. Así, han tenido eventos en los que han creado hasta 100 casitas para perros y gatos en un solo día. Tan solo en 2022 entregaron más de 500 de ellas en total, cuenta Reyes.

Aunque al inicio entregaban las casitas de forma directa, ahora lo hacen a través de organizaciones dedicadas al rescate y protección de mascotas, como Happy Hearts Dog Rescue, Austin Humane Society y Austin Pets Alive! Ahora, aquellos que las necesiten deben aplicar por una de ellas en un proceso vinculado a la adopción de mascotas. Esas mismas organizaciones también se benefician con productos donados por la marca Xolo Sarapes, que consiste en ropa, bandanas y collares para perros.

“Nosotros hacemos casitas de materiales reciclables para gatos y perritos. Empezamos regalándolas a los refugios de Bastrop; de Austin; a diferentes organizaciones y también a gente de bajos recursos. Todo como donación, gratis, no cobramos nada; por eso decidimos crear Xolo Sarapes, para poder meter dinero y poder apoyar a más gente”, explica Reyes.

Yanez explica que detrás de Xolo Sarapes está también la intención de apoyar el rescate y la conservación de técnicas artesanales tradicionales, que de otro modo podrían quedar en el olvido por falta de apoyo. Todos sus productos y materiales están elaborados a mano por artesanos mexicanos.

“Tanto los collares como los sarapes son tejidos, cortados a mano para que las personas sigan la tradición. Este tipo de sarape es más cerrado porque está hecho a mano, por eso se ven los hilos blancos, porque entre más cerrado pesa más y es más resistente, y no se deshilan cuando los perritos lo rasguñan”, afirmó Yanez.

Los colores de las telas son naturales, como la grana cochinilla –que desde la época de la dominación española se usaba para teñir las telas de rojo en todo el mundo– lo que evita utilizar materiales tóxicos.

Yanez y Reyes han donado cientos de sarapes y bandanas a los refugios con la leyenda “Adopt me” (adóptame), para motivar a las personas a llevarse algún perrito o gatito. También han donado mercancía valorizada en miles de dólares para que con su venta las organizaciones puedan continuar con su respectiva misión, además de otorgarles siempre generosos descuentos en diferentes productos.

“Trabajamos con diferentes organizaciones a las ayudamos con los gastos de los perritos, como ahora cuando hicimos una recaudación de fondos para un perrito que tiene linfoma; lo que hicimos fue recaudar fondos para que ese perrito pueda seguir su tratamiento; y así hemos hecho con muchas organizaciones, en muchos lugares”, comparte Yanez.

Su ayuda también ha beneficiado a niños: en diciembre pasado enviaron 80 botas de estilo navideño a un orfanato en Alaska. Las botas estaban acompañadas de otras donaciones que se repartieron entre los menores. Pedidos similares han sido enviados a otros países, como Alemania o Italia.

A partir de este año, Yanez y Reyes abrieron una línea de bocadillos horneados –o premios– para perros, hechos con ingredientes naturales, con los que, además de generar ingresos, pueden ayudar a quienes necesiten alimento para sus mascotas y no cuenten con los recursos suficientes.

Los productos artesanales para mascotas, así como las gorras, sudaderas o camisetas para las personas, pueden ser adquiridos en xolosarapes.com.

DEBE SABERLO

El xoloitzcuintle es una raza mexicana de perro con tres variantes y tamaños, que varían en su pelaje, aunque el más popular es el que no tiene cabello. En las culturas prehispánicas se creía que es el perro que acompaña a las personas a cruzar al Mictlán, o inframundo, cuando mueren.