GAVA ayuda a mejorar la salud comunitaria
Agencias / Cortesía | 10/12/2023, midnight
Inició sus actividades hace 21 años trabajando en prevenir la obesidad infantil y, tras lograr resultados tangibles en pocos años, la coalición Go! Austin / ¡Vamos! Austin (GAVA) involucró a la comunidad y abogó por ella ante las autoridades de la Ciudad buscando una eficiente salud comunitaria. Desde entonces, GAVA promueve la alimentación saludable y la actividad física, además de requerir infraestructura que proteja a la población de eventos climáticos como el calor extremo o las inundaciones.
Enfocada principalmente en el norte, centro y sureste de Austin, pero con redes en toda la ciudad, GAVA ha gestionado alrededor de 12 millones de dólares en inversiones públicas y privadas, algunas de las cuales son ahora hermosos espacios verdes, según compartió en entrevista con El Mundo Newspaper, Carmen Llanes, directora ejecutiva de GAVA: “Las opciones que tenemos para estar físicamente activo o para comer saludable tienen mucho que ver con el código postal en el que vivamos. Las opciones son muy diferentes entre una zona de Austin y otra. Por ejemplo, cuando empezamos nuestro trabajo no había muchos parques con senderos para caminar ni bebederos; o algunos parques no tenían ni botes para la basura, o no tenían alumbrado; desde entonces hemos visto muchos logros”.
De acuerdo con Llanes, GAVA está trabajando en el concepto de ‘centros de resiliencia’, que pueden combinar un refugio físico al que las personas puedan acudir en caso de alguna emergencia por fenómenos naturales –tormentas invernales, inundaciones u olas de calor extremo– que además esté disponibles a una milla –o menos– para que puedan llegar caminando. La operatividad y las necesidades de cada refugio estás siendo definidos de acuerdo con experiencias anteriores.
“Aprendimos que tenemos que tener instrucciones precisas para que, en cualquier emergencia, la gente llegue al refugio; para eso deben haber edificios designados, sean escuelas o centros de recreación, con información de recursos y cosas básicas para la emergencia”, explica Llanes.
Los primeros seis centros de este tipo estarán ubicados en las áreas donde GAVA trabaja, que incluyen barrios como Dove Springs o el área alrededor de la calle Rundberg, que son lugares donde hay más riesgo de que las personas pierdan la electricidad fácilmente. El objetivo final es que en cualquier área de Austin haya cerca algún centro de resiliencia donde la gente consiga ayuda.
Es importante destacar que cualquier esfuerzo en el que participe GAVA requiere del involucramiento de los habitantes ahí donde se haga un esfuerzo. Y en caso de que las necesidades sean atendida por otra organización o iniciativa comunitaria, se hará una alianza o colaboración para lograr los resultados esperados.
Llanes consideró que para algunas personas que recién llegan a Estados Unidos puede ser ‘nuevo’ participar cívicamente; alzar la voz para hacer demandas públicas o simplemente saber a dónde o a quién acudir para hacer alguna mejora en su comunidad. “Aunque estas áreas tienen bajos recursos o éstos son limitados, la realidad es que la gente es muy rica en conocimiento, en ganas, en interés, en dar a conocer sus propias historias, en especial los migrantes, porque traen mucha experiencia. Ahí es cuando nos juntamos y nos escuchamos hasta encontrar soluciones”, manifiesta Llanes.
GAVA gestiona programas como una red de cuidadoras en los barrios donde concentra su actividad, a quienes acercan recursos para desarrollo profesional y educación infantil; entrenamiento para ‘navegadores de clima’, con clases de cómo anticipar, prepararse y responder ante los desastres naturales; además de impulsar un negocio cooperativo en el que distribuyen comida saludable y artículos básicos.